El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso este sábado una reforma constitucional para establecer cadena perpetua e inhabilitaciones políticas de por vida para delitos de corrupción y traición a la patria en el país suramericano, donde la mayor pena es a 30 años de cárcel.
“Ha llegado la hora de una reforma constitucional para introducir en nuestra Constitución la pena de cadena perpetua para la corrupción, de inhabilitación de por vida a la corrupción, de cadena perpetua a la traición a la patria y a los graves delitos contra el pueblo”, dijo Maduro tras referirse al escándalo por el que fue detenido esta semana el exministro de Petróleo Tareck El Aissami.
“¡Yo convoco al pueblo a este debate y convoco al pueblo a una reforma constitucional para introducir ya la cadena perpetua en nuestra Constitución y que esa gente se pudra de por vida en la cárcel!”, clamó frente a una multitud en un acto político en Caracas.
Actualmente, el artículo 44 de la carta magna venezolana establece que “no habrá condenas a penas perpetuas o infamantes” y que “las penas privativas de la libertad no excederán de treinta años”.
Maduro hizo el planteamiento al hablar del arresto de decenas de funcionarios desde el año pasado por una trama de corrupción en la estatal petrolera PDVSA, que según la ONG Transparencia Venezuela significó un desfalco de casi 17.000 millones de dólares.
Además, el jefe de Estado del vecino país quien pidió “ser implacables” contra aquellos que “traicionen al pueblo y se corrompan”, indicó que ha dirigido “personalmente” una investigación relacionada con una trama de corrupción, por la que han sido detenidas más de medio centenar de personas, según la Fiscalía venezolana.
Maduro aseguró que durante las últimas horas, “han aparecido nuevas pruebas” y “nuevos testimonios”, además de que “han sido capturados nuevos traidores y corruptos”.
El pasado martes 9 de abril fue detenido El Aissami, quien fuese hombre de confianza del mandatario, exministro de Petróleo (2020-2023) y exvicepresidente (2017-2018), además de desempeñar altos cargos en el gobierno del difunto Hugo Chávez.
“Tengo que confesar, como ser humano que soy, el dolor que eso me ocasionó, pero la herida está curada. No hay dolor, lo que hay es arrechera (furia) e indignación, y yo lo que voy es para adelante, con mano de hierro, y no se equivoquen, ¡traidores bandidos!”, manifestó Maduro sin mencionar especificamente a El Aissami.
En Venezuela una reforma constitucional debe pasar por el Parlamento y, después, ser aprobada en referendo. Y es que el delito de traición a la patria suele ser imputado en el vecino país a opositores detenidos por denuncias del gobernante chavismo de conspiraciones para derrocar a Maduro o asesinarlo.
Las inhabilitaciones políticas, a la vez, han sido un arma para sacar del camino a adversarios como el reciente caso de cara a las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio, en las que Maduro buscará un tercer mandato, en el cual está inhabilitada María Corina Machado, exdiputada liberal que en octubre del 2023 ganó las primarias de la principal alianza opositora.
Además, Machado ha denunciado que tampoco pudo inscribir a la candidata que eligió para sustituirla: Corina Yoris.
*Con información de AFP