El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, compareció el viernes ante la corte suprema a la que pidió validar su cuestionada reelección, en medio de una creciente presión internacional para que divulgue las actas de la votación del 28 de julio, que la oposición denuncia como un fraude.
“Nuestro canciller está en comunicación con los de Brasil, Colombia y México. Respetamos cada soberanía de cada país, jamás me verán opinando del gobierno de Lula, ni Petro”, sostuvo Maduro en una rueda de prensa.
“Nunca nos han visto opinar sobre la guerra que hay en Colombia. Practicamos la prudencia y nunca la llamada de micrófono. Está pendiente una llamada con esos tres presidentes y espero que se dé”, puntualizó el mandatario.
“No practico la diplomacia de micrófonos, somos prudentes y practicamos la prudencia (…) está pendiente una conversación con los tres presidentes”, sentenció Maduro sobre la relación con sus aliados en la región.
Sin embargo, manifestó que seguirá ayudando a Colombia para alcanzar la paz, “porque la paz en ese país también es la de Venezuela”.
No obstante, reveló que no se ha podido comunicarse con sus homólogos de Colombia, Brasil y México. “Estaba listo en el teléfono a las 5: 00 p.m, creo que del lunes, esperando, y media hora me dijeron que por problema de agenda no se pudo hacer”, sostuvo.
Cabe recordar que las relaciones diplomáticas de Venezuela están tensas luego de que la oposición denunció fraude y aseguró tener el 80% de las actas. Lo que fue negado por el CNE controlado por el chavismo.