Tal parece que el apoyo de Japón a Ucrania no cayó nada bien en Rusia y desde ese país se desplegó un operativo con aviones de reconocimiento que fueron detectados sobrevolando en el Océano Pacífico y en el mar de Japón.

El temor de las tropas rusas se ha expandido por aire y tierra en las naciones cercanas, pero esta vez como respuesta Japón decidió desplegar también aviones de cazas.

El anunció del despliegue de estas aeronaves lo hizo el mismo Estado Mayor nipón en un breve comunicado, en el que indicaron que sería Moscú quien comenzó a sobrevolar sus costas.

“Como respuesta, aviones de caza [...] de la Fuerza Aérea de Autodefensa y otras unidades fueron desplegadas”, indicaron.

La amenaza llegó un poco después que líderes de las siete potencias del mundo, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido y precisamente Japón, dieron a conocer un paquete de nuevas sanciones contra Moscú, con el fin de “privar a ese país de la tecnología, el equipamiento industrial y los servicios del G7 que sostienen su maquinaria de guerra en Ucrania”.

El Gobierno chino es jugador de primer nivel en el conflicto entre Ucrania y Rusia. | Foto: Xinhua

Las nuevas sanciones incluyen restricciones desde Japón a las exportaciones de bienes “críticos para Rusia en el campo de batalla”, así como la sanción a Moscú por parte de Estados Unidos, por enviar productos necesarios para sus capacidades de combate.

Otro de los países que también hizo lo propio fue Reino Unido, quien anunció medidas contra el sector minero ruso. Sobre este punto, el G7 se comprometió igualmente a “restringir el comercio y el uso de diamantes extraídos, tratados o producidos en Rusia”.

Sin embargo, desde Washington se confirmó que se permitirá que otras naciones puedan suministrar a Kiev aviones de combate F-16, de fabricación estadounidense. El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, indicó que Estados Unidos apoyará una iniciativa común de sus aliados para formar a pilotos ucranianos en estos aviones.

Reunión de ministros del G7. | Foto: (c) Copyright 2023, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten

En la cumbre del G7 también estuvo el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien se reunió con distintos dirigentes orbitales tras su llegada a Hiroshima. El dirigente ucraniano llegó a la ciudad japonesa en un avión oficial francés y poco después de aterrizar tuiteó que la paz estará “más cerca” tras esta cumbre, un día después de conseguir que Estados Unidos abra la vía para autorizar la entrega de aviones caza F-16 a Ucrania.

Así, el dirigente de ese país intenta ampliar el círculo de apoyo a Ucrania, por lo que se reunió desde su llegada a la cumbre con el primer ministro británico, Rishi Sunak; el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz; el primer ministro indio, Narendra Modi; -cuyo país se niega a condenar la agresión rusa en Ucrania, que empezó en febrero de 2022- y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Su presencia en Hiroshima “puede cambiar el juego” para Kiev, afirmó el presidente francés, Emmanuel Macron, antes de una reunión entre los dos jefes de Estado.

En Hiroshima, víctima en 1945 del primer bombardeo atómico de la historia, los dirigentes del G7 manifestaron su “oposición” a cualquier “militarización” china en la región Asia-Pacífico, en un comunicado.

También aseguraron que no existe “fundamento jurídico” para las “reivindicaciones marítimas expansivas” de China.

Hay oposición a cualquier militarización china | Foto: Libre de derechos

Pero también señalaron querer “relaciones constructivas y estables” con el gigante asiático, subrayando “la importancia de comprometernos con franqueza”.

El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, acusó a los dirigentes del G7 de querer “contener” a la vez a Moscú y a China, y Pekín manifestó su “fuerte descontento” tras la publicación del comunicado final.

Los países del G7, que persiguen diversificar sus cadenas de abastecimiento para depender menos de otros países como China, alzaron el tono contra cualquier intento de “coacción económica”, en una alusión implícita a Japón.