Las fuertes tormentas que se presentaron en los Estados Unidos, durante el fin de semana, dejaron 20 personas muertas; cientos de heridos y varias zonas destruidas en Texas, Oklahoma y Arkansas, donde algunas casas fueron arrasadas y una estación de servicio para camiones fue golpeada.
La región que abarca el norte de Dallas, al extremo noroeste de Arkansas, resultó afectada por lo que parecía una amenaza letal, que originaría más fenómenos violentos en otras partes de la región del centro-norte del país por la tarde.
Algunos meteorólogos han indicado que el mayor riesgo podría presentarse en el este del país, desde Alabama hasta cerca de la ciudad de Nueva York.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, anunció que había declarado el estado de emergencia el lunes 27 de mayo por la mañana en una publicación en la red social X tras “múltiples reportes de tornados y daños por viento”.
En el estado de Texas, donde se han presentado varias rondas de clima extremo y las tormentas han cobrado la vida de varias personas, el gobernador Greg Abbott, aseguró que “los sueños y esperanzas de familias y pequeños negocios de Texas han sido literalmente aplastados por tormenta tras tormenta”.
Los rastros de la tormenta
En el condado Cooke, Texas, cerca de la frontera con Oklahoma, siete muertes fueron reportadas en la noche del sábado, cuando un tornado atravesó una zona rural cerca de un parque de casas rodantes, de acuerdo con el reporte entregado por el gobernador de Texas, Greg Abbott, entre los muertos se hallaron dos niños de 2 y 5 años. Mientras que en una casa murieron tres miembros de una familia, señaló el jefe de policía del condado.
Momentos más tarde, un funcionario de emergencias explicó que dos muertes relacionaban con la tormenta, aunque no fueron de manera directa, ya que una persona tuvo un ataque cardiaco y otra se quedó sin oxígeno debido a un corte de electricidad.
En Oklahoma, dos personas murieron y varias casas quedaron destruidas por las tormentas, dejando personas lesionadas. Decenas de miles de residentes se quedaron sin electricidad en toda la región.
Y finalmente, en Texas, unas 100 personas resultaron heridas y más de 200 viviendas y estructuras quedaron destruidas, se estima que esta zona es de las más afectadas, pues las ráfagas habían alcanzado los 217 kilómetros por hora (135 millas por hora).
Durante el domingo y lunes, las labores de rescate y remoción de escombros continuaban y cientos de miles de personas quedaron sin electricidad después del impacto de las tormentas en parte de la región conocida como Grandes Llanuras. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS) contabilizó 25 tornados el sábado.
Los tornados, un fenómeno meteorológico difícil de predecir, son relativamente frecuentes en Estados Unidos, particularmente en el centro y sur del país.