Los ocho tripulantes de un avión de carga ucraniano que se estrelló el sábado cerca de la ciudad griega de Kavala murieron en el siniestro, anunció este domingo el ministro de Defensa serbio.

El avión, un Antonov 12, propiedad de la compañía ucraniana Meridian LTD, transportaba alrededor de 11 toneladas de armas, incluyendo minas de mortero, a Bangladés cuando se estrelló el sábado por la noche, indicó Nebojsa Stefanovic.

"Lastimosamente, según la información que recibimos, los ocho miembros de la tripulación murieron en el accidente", dijo Stefanovic en una rueda de prensa.

La cancillería ucraniana confirmó la identidad de las ocho víctimas, todos de nacionalidad ucraniana, cuyos cuerpos fueron recuperados.

"La causa principal del accidente es el fallo de uno de los motores", dijo el portavoz de la cancillería, Oleg Nikolenko, en Facebook.

El avión despegó del aeropuerto de Nis (sur de Serbia) el sábado hacia las 20H40 (18H40 GMT). A su bordo llevaba armas de la compañía serbia Valir, según Stefanovic.

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El piloto solicitó permiso para realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto griego de Kavala, pero no consiguió posarse a tiempo.

Los servicios de rescate griegos utilizaban el domingo un dron para sobrevolar los restos del avión, debido al peligro de la carga. El cónsul ucraniano, Vadim Sabluk, se dirigió al lugar del accidente este domingo.

Por su parte, Bangladés confirmó que era el destinatario del cargamento de "obuses de mortero de entrenamiento adquiridos en Serbia para el ejército y la guardia de fronteras de Bangladés".

El ministro de Defensa serbio dijo que se trataba de una transacción acordada con el Ministerio de Defensa de Bangladés "respetando las reglas internacionales".

"Algunos medios de comunicación dijeron que el avión llevaba supuestamente armas a Ucrania, lo que es completamente falso", aseguró.

Gases tóxicos

Está previsto que una unidad especial peine la zona, informó el domingo el ministerio de Protección Civil en un comunicado.

"Miembros del servicio de bomberos con equipos especiales e instrumentos de medición se acercaron al punto de impacto de la aeronave y examinaron de cerca el fuselaje y otras partes esparcidas", dijo a la prensa el domingo Marios Apostolidis, del cuerpo griego de bomberos.

Testigos dijeron haber visto el avión en llamas y escuchado explosiones.
Un vecino de Kavala, Giorgos Archontopoulos, dijo a la televisión pública ERT que supo que algo iba mal cuando escuchó el ruido que hacía la aeronave.

"A las 22H45 (hora local) me sorprendió el ruido del motor", relató, "salí y vi el motor en llamas".

Las autoridades pidieron a las personas que viven en un radio de dos kilómetros del lugar del accidente que permanecieran en sus casas y llevaran mascarillas.

Dos bomberos fueron trasladados al hospital a primera hora del domingo con dificultades para respirar debido a los gases tóxicos. La agencia de noticias griega dijo que se investigarán las causas del accidente.