La ola de desempleo vinculada a la pandemia de COVID-19 comenzó a extenderse en Estados Unidos, donde el sector privado perdió 27.000 empleos el mes pasado, una cifra que aún no considera los efectos reales del coronavirus en el mercado laboral, que se sentirán en abril.
Las pequeñas empresas fueron las primeras en verse afectadas por el impacto del brote del nuevo coronavirus, y ya comenzaron a recortar empleos, mientras que otras continuaron creando. La cifra de marzo no refleja aún todos los despidos.
Las empresas con menos de 50 empleados recortaron 90.000 empleos en marzo, más de dos tercios de los cuales corresponden a negocios muy pequeños con menos de 20 empleados, según la encuesta mensual de la firma de servicios empresariales ADP publicada el miércoles.
Pero otras firmas contrataron antes de que la actividad económica prácticamente se paralizara por causa de las medidas de contención de la pandemia que restringen la movilidad de las personas.
El año 2020 había comenzado con mucha fuerza, con 291.000 empleos creados por el sector privado en enero, un nivel récord en casi cinco años.
Los 27.000 empleos perdidos en marzo -la diferencia entre los puestos de trabajo que desaparecen en las pequeñas empresas y los empleos creados en otras-, representan la mayor caída desde abril de 2009, cuando la economía de Estados Unidos luchaba por superar la crisis financiera generada por las hipotecas de alto riesgo.
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Los más afectados
Las medidas de contención decretadas, en diversos grados, por los estados de todo el país, han obligado a muchas compañías a cerrar sus puertas o reducir drásticamente su actividad.
El sector comercial y del transporte, muy afectado por la marcada desaceleración del comercio, es el que ha perdido la mayor cantidad de empleos (37.000).
Otro sector severamente penalizado es el de ocio y la hotelería, que ha perdido 11.000 empleos. La construcción también sufrió, con 16.000 empleos recortados.
Pero eso podría ser solo una muestra de lo que le espera al mercado laboral estadounidense, ya que estas cifras llegan hasta el 12 de marzo, es decir, antes de las medidas de confinamiento masivo.
"Estas cifras no son representativas", dijo el analista Ian Shepherdson. "Lo duro llegará en abril, cuando las nóminas probablemente disminuyan en más de 10 millones", agregó.
Ola de despidos
El número de desempleados se ha disparado en Estados Unidos, con 3,3 millones de nuevos solicitantes de subsidios de desempleo registrados durante la semana del 15 al 21 de marzo, un máximo histórico y un registro que comienza posteriormente a los datos publicados este miércoles por ADP.
Las cifras para la semana del 22 al 29 de marzo se darán a conocer el jueves, y la tasa de desempleo para marzo se espera el viernes. Había caído en febrero a su nivel más bajo en 50 años, 3,5%, y para marzo, los analistas esperan un 4%.
Pero "los 3,3 millones de solicitudes iniciales de desempleo anunciadas el jueves pasado sugieren que la tasa de desempleo puede haber alcanzado un máximo de 5,5%", dijo el lunes la expresidenta de la Reserva Federal (banco central estadounidense), Janet Yellen, en una conferencia organizada por la Brookings Institution.
Sin embargo, sostuvo que el informe que se espera el viernes no reportará ese aumento "porque se hace con datos anteriores, pero el desempleo seguramente aumentará mucho".
Y para abril, un análisis de Oxford Economics anticipa un desempleo de "alrededor del 12%", con "pérdidas de empleo (que) podrían superar los 20 millones".
"El cese repentino de la actividad económica debido a la crisis del coronavirus ha llevado a una ola de despidos sin precedentes de los empleadores estadounidenses", señala.
"Creemos que Estados Unidos experimentará (...) el mayor aumento del desempleo desde la Segunda Guerra Mundial", agrega, y "los trabajadores peor pagados y las pequeñas empresas" pagarán el precio más alto.
Los expertos predicen que la escasez de trabajo continuará hasta 2021.
Estados Unidos registraba este miércoles más de 190.000 casos de la enfermedad COVID-19, que deja ya más de 4.000 muertos en el país, una cifra que se duplicó en tres días, según la universidad Johns Hopkins.