Agencia AFP
Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú crearán la primera “red andina de seguridad” fronteriza contra el crimen organizado, ante la severa crisis que estalló en territorio ecuatoriano por la violencia del narcotráfico.
La red garantizará “una atención 24 horas al día, 7 días a la semana, para proporcionar y recibir información, y/o solicitar información de otros países (...) sobre la actividad de agrupaciones delictivas que tengan, o pudieren llegar a tener, operatividad transnacional”, señala el compromiso firmado por la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Dicho cuerpo de información e inteligencia “iniciará funciones a partir del primer trimestre del año en curso”, añade el texto.
La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, saludó el acuerdo, destacando que el mismo combate el “miedo” que se apoderó de los países en su lucha contra el crimen organizado.
“Hemos hecho historia, hemos escrito un nuevo capítulo en la CAN”, dijo exultante la jefa de la diplomacia ecuatoriana.
“El miedo paraliza países. Hemos visto que el miedo de la sociedad civil paralizó a Ecuador, paralizó las inversiones, aumentó el desempleo y la migración”, comentó.
La presidenta Dina Boluarte participó en la apertura del encuentro que reunió a los cancilleres de Perú y Ecuador, además del ministro de Gobierno de Bolivia y el vicecanciller de Colombia, todos países miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
“Confío que la reunión de hoy contribuirá para acentuar la bases para una renovada, revitalizada agenda de seguridad andina, que nos permita enfrentar a la delincuencia transnacional organizada”, dijo Boluarte al inicio de la cita.
“Esta realidad nos obliga a actuar coordinadamente. No hay país seguro si el vecino sufre el ataque insano de estos grupos. Este problema debe ser enfrentado con contundencia”, sostuvo el jefe de gabinete de Perú, Alberto Otárola.
Sumido en su peor crisis de seguridad, con cientos de muertos, motines carcelarios y atentados con explosivos, Ecuador enfrenta desde hace poco tiempo el desafío de la violencia desatada por una veintena de grupos narcotraficantes.
El gobierno del joven presidente ecuatoriano, Daniel Noboa (36 años), le declaró la guerra abierta a esas organizaciones y desplegó a las fuerzas militares para contener la arremetida del narcotráfico.
A raíz de esa situación, Perú y Colombia reforzaron la vigilancia en sus fronteras con Ecuador, para evitar el eventual ingreso de miembros de las bandas que intenten huir de la persecución militar y policial.
Pese al despliegue militar la violencia de los grupos criminales no cede. El miércoles, el fiscal antimafia César Suárez, quien investigaba el ataque a un canal de televisión, fue asesinado a balazos a plena luz del día en un barrio de la ciudad costera de Guayaquil.
Ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, Ecuador logró por décadas estar exento de la violencia del narcotráfico, pero las bandas transformaron lo que era apenas un territorio de paso y almacenamiento de cocaína en un centro de operaciones y logística para el envío de cocaína, principalmente Europa.