Unas 320.000 personas habrán cruzado la selva del Darién al terminar este año, una cifra muy inferior a las 520.000 que se aventuraron en esa inhóspita ruta de migrantes en 2023, afirmó el jueves el ministro de Seguridad de Panamá, Frank Ábrego, en Washington.
Esta reducción se aprecia desde hace un par de meses en las estadísticas estadounidenses de cruces fronterizos, lo que beneficia a Kamala Harris, la vicepresidenta y candidata demócrata a las elecciones de noviembre.
El presidente estadounidense, el también demócrata Joe Biden, restringió en junio la entrada de migrantes por la frontera con México cuando haya más de 2.500 cruces irregulares en el promedio de siete días, una medida que los republicanos consideran insuficiente.
Para distinguirlos se usa “la tecnología biométrica de huellas dactilares u oculares”, pero “no hay forma tecnológica ni humana de poder certificar realmente quiénes son estas personas porque cruzan sin documentación”, advirtió.
“No es una simple actividad migratoria que nace de las personas, sino que hay una actividad criminal conexa” de “grupos delincuenciales” que se aprovechan para llegar al país norteamericano, añadió Ábrego.
El canciller de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, lamentó que “estos grupos han llevado adelante una serie de mecanismos que inician con la corrupción, con la instalación de candidatos dentro de las estructuras gubernamentales en todos los niveles de poder” y esa corrupción “drena la credibilidad del Estado”.
El crimen organizado transnacional en América Latina fue uno de los temas tratados en la conferencia de la CAF.
“Deberíamos avergonzarnos”
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el crimen y la violencia son un obstáculo para el crecimiento económico y cuestan a la región el 3,5% del PIB anualmente.
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, subrayó que el narcotráfico “no es una amenaza aislada”, sino que “se interrelaciona peligrosamente con la crisis migratoria”.
Las consecuencias están a la vista porque, además de afectar “la paz social”, sobrecarga las instituciones, “disminuyendo la capacidad de los Estados para garantizar la seguridad ciudadana”, advirtió.
La otra cara de la migración es la pobreza, sobre la que se explayó el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
“Vivimos en la región más desigual del mundo -dijo- y como naciones, como personas, deberíamos avergonzarnos de que no nos identifiquemos con la desigualdad. Nos identificamos con la equidad, la justicia y el acceso igualitario a los derechos y al desarrollo”.
*Con información de AFP.