El papa Francisco llegó este miércoles a Lisboa, Portugal, donde le esperan alrededor de un millón de peregrinos de todos los continentes para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), un multitudinario evento para una Iglesia católica en plena reflexión sobre su futuro.

El papa Francisco y el presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa (derecha) revisan las tropas en el Palacio Nacional en Belem, Lisboa, durante su visita de cinco días para asistir a la reunión de jóvenes católicos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el 2 de agosto de 2023. | Foto: AFP or licensors

“Volveré del viaje rejuvenecido”, afirmó el pontífice, de 86 años, a los periodistas que le acompañaban en el avión que aterrizó a las 9:45 hora local en el aeropuerto militar de Lisboa.

El jesuita argentino, que hace dos meses se sometió a una importante operación en el abdomen, recorrió en silla de ruedas la pista de aterrizaje, donde fue recibido por el presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, y varias autoridades.

Su estilo directo y espontáneo le valió una fuerte popularidad entre los jóvenes, por lo que se espera que Jorge Bergoglio aborde en Lisboa temas importantes para esta generación, como la guerra en Ucrania, la ecología o la justicia social, en momentos en que la Iglesia católica enfrenta el desafío de la secularización en Europa.

Cientos de jóvenes se agolpaban impacientes en el barrio de Belém, donde Francisco arrancará con las autoridades su cargada agenda para estos cinco días, para darle la bienvenida entonando cánticos como “Esta es la juventud del papa” y haciendo sonar sus tambores.

“Lo queremos mucho porque nos transmite el amor que Dios tiene hacia nosotros. Creo que lo fundamental es el carisma que tiene”, indicó Byron Santiago Chojolar, un peregrino de 26 años llegado desde Guatemala.

Los organizadores esperan la participación de un millón de peregrinos en total en esta semana de encuentros festivos, culturales y espirituales que arrancó el martes con la misa de apertura en un céntrico parque de la ciudad.

Territorio JMJ

En los últimos días, la capital portuguesa ha ido llenándose de coloridos grupos de jóvenes que portan banderas de todo el mundo por las calles de esta ciudad tomada ahora por la JMJ, en la que se movilizaron 16.000 efectivos de seguridad, protección civil y urgencias médicas para el evento.

La gente se reúne frente al Palacio Nacional en Belém, Lisboa, a la llegada del papa Francisco para una visita de cinco días para asistir a la reunión de jóvenes católicos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el 2 de agosto de 2023. | Foto: AFP or licensors

A menos de dos meses de que comience en Roma una asamblea destinada a abordar el futuro de la Iglesia, la JMJ actuará también como barómetro sobre la posición de los jóvenes católicos hacia cuestiones como el trato a las personas LGTB+, el matrimonio de los sacerdotes o la posición de las mujeres.

Víctimas de pederastia

Cuarto papa en visitar Portugal, donde ya estuvo en 2017. Francisco podría aprovechar su estancia para abordar la delicada cuestión de los abusos sexuales a menores en la Iglesia, seis meses después de que una comisión de expertos independientes del país publicara un impactante informe.

El papa Francisco firma un libro de visitas en el Palacio Nacional de Belém, Lisboa, durante su visita de cinco días para asistir a la reunión de jóvenes católicos de la Jornada Mundial de la Juventud. | Foto: AFP or licensors

El documento, difundido en febrero por encargo de la Conferencia Episcopal portuguesa, reveló que 4.815 menores habían sido víctimas de abusos sexuales en un contexto religioso desde 1950. Estas agresiones fueron encubiertas por la jerarquía eclesiástica de forma “sistemática”, de acuerdo con el informe de los expertos.

Según la Conferencia Episcopal portuguesa y el responsable del comité organizador local de la JMJ, el papa debe reunirse en privado con víctimas de estos abusos, aunque este encuentro no figura por el momento en el programa oficial.

El sábado, Francisco hará una rápida visita al santuario de Fátima (centro), antes de regresar a Lisboa para participar en una gran vigilia, y presidir la misa final al día siguiente.

El hombre de 86 años se sometió a una cirugía abdominal importante hace solo dos meses, pero eso no ha impedido un viaje número 42 al extranjero repleto de eventos, con 11 discursos y alrededor de 20 reuniones programadas. | Foto: AFP or licensors

Después de la celebrada en Río de Janeiro (2013), Cracovia (2016) y Panamá (2019), esta es la cuarta JMJ para Francisco, cuya salud parece cada vez más frágil. Hospitalizado tres veces desde 2021, el pontífice argentino suele desplazarse ahora en silla de ruedas o ayudado por un bastón.

*Con información de la AFP.