El Papa Francisco, jesuita argentino, que hace dos meses se sometió a una importante operación en el abdomen, recorrió en silla de ruedas la pista de aterrizaje, donde fue recibido por el presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, y varias autoridades.

Su estilo directo y espontáneo le valió una fuerte popularidad entre los jóvenes, por lo que se espera que Jorge Bergoglio aborde en Lisboa temas importantes para esta generación, como la guerra en Ucrania, la ecología o la justicia social, en momentos en que la Iglesia católica enfrenta el desafío de la secularización en Europa.

Por tal motivo, el papa Francisco llamó el miércoles a escuchar el “grito de dolor de las víctimas” de abusos sexuales en la Iglesia, al iniciar una visita a Lisboa para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

El hombre de 86 años se sometió a una cirugía abdominal importante hace solo dos meses, pero eso no ha impedido un viaje número 42 al extranjero repleto de eventos, con 11 discursos y alrededor de 20 reuniones programadas. | Foto: AFP or licensors

Seis meses después de un impactante informe sobre ese tema en el clero portugués, el pontífice argentino se refirió a “la desilusión y la rabia que algunos alimentan en relación a la Iglesia, en algunos casos por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han desfigurado su rostro”.

Esos escándalos “llaman a una purificación humilde y constante, partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y escuchadas”, expresó Jorge Bergoglio ante los sacerdotes, diáconos y obispos reunidos en el Monasterio de los Jerónimos.

En febrero, un informe encargado por la conferencia de obispos portugueses, pero realizado por una comisión de expertos independientes, reveló que al menos 4.815 menores habían sido víctimas de abusos sexuales en un contexto religioso desde 1950.

Estas agresiones fueron encubiertas por la jerarquía eclesiástica de forma “sistemática”, concluyeron después de haber recogido más de 500 testimonios en un país donde el 80% de la población de 10 millones de habitantes se define como católica.

La cúpula eclesiástica pidió perdón a las víctimas y reconoció que había que “cambiar la cultura de la Iglesia”, pero según un sondeo, el 68% de las personas interrogadas consideraban que la imagen de la institución se había deteriorado.

Antes de la llegada del papa a Lisboa, un grupo de apoyo a las víctimas instaló tres grandes carteles recordando los “más de 4.800 niños abusados por la Iglesia católica en Portugal”.

La iniciativa de estos ciudadanos anónimos pretende “luchar contra la supresión de las víctimas de la agenda mediática, centrada en la celebración de la institución que las obliga al silencio”, explican en su página de internet.

Según la Conferencia Episcopal Portuguesa, Francisco se reunirá en privado con víctimas de abusos sexuales, pero este encuentro no figura en el programa oficial.

Francisco se reunirá en privado con víctimas de abusos sexuales, pero este encuentro no figura en el programa oficial. | Foto: AFP or licensors

De Irlanda a Alemania, pasando por Estados Unidos, la multiplicación de escándalos sexuales en la Iglesia ha sido uno de los desafíos más duros para el papa Francisco, quien aboga por una política de “tolerancia cero”.

Desde su elección en 2013, Francisco adoptó varias medidas como el levantamiento del secreto papal sobre la violencia sexual por parte de religiosos o la obligación de denunciar los casos, aunque el secreto de confesión sigue siendo absoluto.

Territorio JMJ

En los últimos días, la capital portuguesa ha ido llenándose de coloridos grupos de jóvenes que portan banderas de todo el mundo por las calles de esta ciudad tomada ahora por la JMJ, en la que se movilizaron 16.000 efectivos de seguridad, protección civil y urgencias médicas para el evento.

La gente se reúne frente al Palacio Nacional en Belém, Lisboa, a la llegada del papa Francisco para una visita de cinco días para asistir a la reunión de jóvenes católicos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el 2 de agosto de 2023. | Foto: AFP or licensors

A menos de dos meses de que comience en Roma una asamblea destinada a abordar el futuro de la Iglesia, la JMJ actuará también como barómetro sobre la posición de los jóvenes católicos hacia cuestiones como el trato a las personas LGTB+, el matrimonio de los sacerdotes o la posición de las mujeres.

Antes de su primer encuentro con los jóvenes el jueves, la agenda de Francisco estará dedicada el miércoles a las autoridades y al clero de este país donde el 80 % de sus 10 millones de habitantes se definen como católicos.

*Con información de AFP.