El Papa ha recibido este miércoles, en dos encuentros separados, a una delegación de familiares israelíes de los rehenes en Gaza y otra de palestinos que tienen familiares en la propia Gaza y que viven bajo los bombardeos.
“Ellos sufren mucho y he sentido cómo ambos sufren: las guerras hacen esto, pero aquí hemos ido más allá de las guerras, esto no es hacer la guerra, esto es terrorismo”, ha afirmado Francisco al término de ambos encuentros, celebrados antes de la audiencia general de los miércoles.
“Recen por la paz, recen mucho por la paz”, ha reclamado Francisco, al tiempo que ha pedido que el “Señor ponga allí su mano, que el Señor ayude a resolver los problemas y a no a seguir adelante con las pasiones que al final matan a todos”. Por ello, ha trasladado la oración por ambos pueblos, el palestino y el israelí, “para que llegue la paz”.
Según informa la Embajada de Israel, las familias de los secuestrados han pedido al Papa que haga “un llamamiento claro” para la liberación de todos los rehenes y ha revelado que, al término de este encuentro, Francisco se ha comprometido a hacer todo lo que esté en su mano para ayudar a la resolución del conflicto.
“Cuando comencé a contar la historia de mi padre, el Papa me detuvo y me señaló que había oído hablar de mi padre y de su trabajo. Después de eso no pude seguir hablando”, ha revelado uno de los asistentes a la reunión, Yuval Danzig, cuyo padre de 75 años fue uno de los secuestrados.
Por su parte, el embajador de Israel ante la Santa Sede, Rafael Schutz, ha destacado que el encuentro se enmarca en los esfuerzos del Ministerio de Relaciones Exteriores por mantener este asunto en el centro de la agenda mundial, como parte de las medidas puestas en marcha por la Cancillería para lograr la pronta liberación de todos los secuestrados.
“Como líder espiritual de aproximadamente 1.300 millones de creyentes en todo el mundo, sus declaraciones sobre la necesidad de liberar a los secuestrados tienen una importante resonancia internacional”, ha afirmado Schutz.
“Además, las conexiones que ha desarrollado con líderes religiosos en el mundo musulmán a lo largo de más de diez años como Papa pueden ayudar en este esfuerzo humanitario sobre una base religiosa, y no necesariamente política”, ha destacado.
Como ya avanzó el director de la Sala de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, ambos encuentros tenían un “carácter exclusivamente humanitario”, en un gesto de “cercanía espiritual al sufrimiento de cada uno”.
Por otro lado, durante la audiencia, Francisco ha vuelto a hacer un llamamiento a la paz para “el querido pueblo de Ucrania, la atormentada Ucrania, Israel y Palestina”. “No olvidemos perseverar en la oración por todos aquellos que sufren las guerras en muchas partes del mundo”, ha aseverado.
Llamado de paz y tranquilidad
El papa Francisco participó en un insólito encuentro con miles de jóvenes de todo el mundo, entre ellos ucranianos y palestinos, que le hicieron preguntas como “¿qué sueña por la noche?” o “qué hace para calmarse cuando está enojado?”
Francisco, que cumplirá 87 años en diciembre, se mostró jovial en el acto de “Los niños encuentran al papa”, en el que recibió preguntas de algunos de los 7.000 niños, de entre 7 y 12 años y originarios de 84 países, que participaron en la audiencia.
“Es verdad que a veces me enojo… ¡Pero no muerdo!”, bromeó el pontífice argentino.
Los niños hicieron preguntas sobre el medioambiente, las guerras e incluso sobre la vida personal de Francisco, que respondió de forma didáctica y en alguna ocasión hizo corear frases al público, como “Si destruimos la Tierra, nos destruimos a nosotros”.
“No sé (en qué sueño) porque por la noche duermo”, dijo el papa. “A veces, tengo algunos sueños, de recuerdos, de juventud, de cuando era niño”, admitió. El pontífice también pidió a los jóvenes “no despilfarrar la comida”.
Durante el acto, el papa pidió mantener un minuto de silencio por los niños muertos en las guerras. Por la mañana, en una audiencia con la Conferencia de Rabinos Europeos, Francisco no pudo leer el discurso como estaba previsto porque, según explicó, no se sentía bien. El Vaticano dijo que estaba “un poco resfriado”.
Con información de Colprensa y AFP