Tras varias semanas prófugo, la Policía Nacional de Ecuador recapturó este lunes 22de abril en el sector de Puerto Quito, en el Estado Pichincha, a Fabricio Colón Pico, alias Capitán Pico, uno de los principales cabecillas de la delincuencia organizada y quien se había fugado el pasado 8 de enero de la cárcel de Riobamba.
Alias Capitán Pico había sido señalado recientemente durante una audiencia del caso Metástasis, en el que son procesados varios políticos y funcionarios públicos ecuatorianos por sus presuntos vínculos con el narcotráfico, por la fiscal Diana Salazar de que él tenía listo un plan para atentar contra su vida y la de su pequeña hija.
Colón Pico es además uno de los principales cabecillas de la banda criminal Los Lobos, y se fugó de la cárcel de Riobamba en enero pasado, en medio de una fuerte embestida narco que dejó una veintena de muertos después de que el presidente, Daniel Noboa, declarara el estado de excepción, que se extendió hasta inicios de abril.
Las autoridades habían detenido a Pico a principios de enero, justamente por urdir el supuesto plan para secuestrar asesinar a la fiscal general de Ecuador, Diana Salazar, que en los últimos meses se había mostrado inflexible con la bandas de narcotraficantes y que había revelado el nexo entre estos grupos con políticos, jueces y entidades del Estado.
Antes de Colón Pico, se había fugado también de una prisión del puerto de Guayaquil el jefe delincuencial Adolfo Macías, conocido como ‘Fito’, máximo jefe de otra temida organización criminal que estaba preso desde 2011 mientras cumplía una condena a 34 años de prisión por delitos como delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato.
Extradición
La recaptura de Pico se produjo luego del triunfo del Gobierno en el referendo del domingo, en el que logró el apoyo para fortalecer su guerra contra el crimen organizado con medidas como la extradición de ecuatorianos a otros países y el incremento de penas para delitos como terrorismo, narcotráfico y sicariato.
Ecuador está en medio de Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, y hace años dejó de ser una isla de paz para convertirse en un punto estratégico para las operaciones de bandas con nexos con carteles de México y Colombia, así como con la mafia albanesa.
La violencia entre las agrupaciones que se disputan el poder a sangre se ha sextuplicado desde 2018, cuando se registraron 7 homicidios por cada 100.000, hasta el año pasado, periodo en el que se alcanzó el récord de 43 por cada 100.000 habitantes.
Las cárceles, controladas por los militares ante la explosión de violencia en su interior, ha sido escenario de cruentos enfrentamientos entre bandas en los que han muerto más de 460 presos desde 2021.
Con información de AFP