El pasado 16 de noviembre fue hallada sin vida Sheyla Cóndor, cuyo cuerpo fue encontrado desmembrado dentro de una maleta en el condominio “Torres Las Praderas”, en Comas, Perú. El principal sospechoso es Darwin Condori, un miembro de la Policía Nacional del Perú (PNP), quien se encuentra prófugo.
El caso, que comenzó con una denuncia por la familia de la joven, fue reportado el 13 de noviembre ante la desaparición de Sheyla Cóndor y tomó un giro trágico al confirmarse su feminicidio cuatro días después.
El principal sospechoso, Darwin Marx Condori Antezana, es un efectivo policial con un historial de denuncias por violencia y abuso sexual. A pesar de estos antecedentes, permanecía activo en la institución, un hecho que cuestiona los controles internos de la Policía Nacional del Perú (PNP). Actualmente, Condori se encuentra prófugo, lo que aumenta la frustración y el clamor por justicia.
“La PNP ha sido afectada nuevamente por la conducta de algunos de sus integrantes que cometen funciones indebidas. Es menester contar con una norma que permita alejarlos del servicio, ya que han cruzado la línea y ahora son infractores de la ley”, señaló en un video difundido en la cuenta de la PNP en X.
Las cámaras de seguridad del condominio Torres de la Pradera muestran a Sheyla ingresando al departamento del agente el día de su desaparición. Dentro del inmueble, las autoridades encontraron sus restos en una maleta, mientras otras partes del cuerpo habían sido desechadas en el baño.
Este no es el primer incidente vinculado a Condori. En 2023, vecinos denunciaron un caso de violación grupal en su vivienda, pero el proceso judicial avanzó con lentitud, y las audiencias fueron canceladas.
A pesar del inicio de investigaciones por parte de la Fiscalía y el apoyo del Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar - Aurora a la familia de Sheyla, la sociedad exige respuestas más contundentes. Este caso, que ha sacudido al país, no solo demanda justicia para Sheyla, sino también reformas profundas en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad y derechos de las mujeres.