Las imágenes que han salido sobre el ataque con misiles contra una estación de la ciudad de Kramatorsk, en el este de Ucrania, son realmente impactantes. El panorama es simplemente desolador, las autoridades han reportado al menos 39 civiles muertos que se encontraban en la estación de tren en la ciudad de Kramatorsk, en el este de Ucrania. Esta es la zona en donde miles de civiles han estado huyendo por miedo a una ofensiva rusa inminente. Este ataque, en el que también resultaron heridas 100 personas, es uno de los más sangrientos en las seis semanas de guerra y se produce en un momento de indignación internacional frente a las atrocidades que comienzan a descubrirse en Ucrania. Frente a la estación de Kramatorsk se veían varios automóviles carbonizados y los restos retorcidos de un misil en el que se podía leer, con letras blancas y en ruso, la inscripción “por nuestros niños”.

La frase, que suena a venganza, es usada a veces por los separatistas prorrusos para referirse a sus hijos muertos en la guerra del Donbás, que comenzó en 2014. El lugar quedó sembrado de maletas abandonadas, vidrios rotos, escombros y desolación. El interior de la estación, por la que han sido evacuadas miles de personas desde hace días, estaba cubierto de sangre, a menudo pisoteada y extendida hacia la calle, debido al movimiento de los cuerpos. Kramatorsk es la capital del Donbás que aún está bajo control ucraniano. Horas antes del ataque, un reportero de la AFP que acudió a la estación vio a centenares de personas que aguardaban, en fila, para salir de la región en dirección a otras partes más seguras del país.