Los agricultores franceses obstaculizaron este martes por segundo día consecutivo autopistas clave en torno a París (Francia) y amenazan con bloquear el importante mercado mayorista de Rungis, a la espera del anuncio de las “nuevas medidas” prometidas por el gobierno.

El primer ministro, Gabriel Attal, debe pronunciar en la tarde su declaración de política general, durante la cual se esperan nuevos anuncios para intentar calmar la ira de los campesinos de la tercera potencia agrícola europea y sexta mundial.

“Vamos a ver el discurso (...), pero hay pocas posibilidades de que salga algo”, declaró a AFP Yohan François, del sindicato FDSEA, expresando su alegría por ver la determinación de los agricultores a resistir a largo plazo.

Un agricultor pasa junto a un tractor con un cartel que dice "Macron, responde", mientras los agricultores bloquean el peaje de la autopista Saint-Arnoult con sus tractores. | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved.

A bordo de tractores, los agricultores iniciaron el lunes por la tarde un “cerco de la capital por una duración ilimitada”, en respuesta al llamado de la primera central agropecuaria, la FNSEA, y sus aliados de Jóvenes Agricultores (JA), tras 11 días de protestas.

“Ha sido una noche corta, vamos a tener que recuperarnos, pero estamos preparados”, dice con voz ronca Samuel Vandaele, un agricultor bajo un puente de la autopista A4, a unos treinta kilómetros al este de París.

Los agricultores que pasaron la noche allí estaban preparados desde la mañana para esperar al centenar de sus compañeros que llegarán desde el noroeste de Francia, gracias a una carpa, braseros, generadores, grifos de cerveza y termos de café.

A primera hora de la mañana, se registraban más de 100 kilómetros de atascos en la región de París, según el sitio Sytadin.

Desde el sur del país, también avanza un convoy de 200 tractores que partió la víspera de Agen rumbo al mercado mayorista de Rungis, uno de los más grandes del mundo, con el objetivo de bloquearlo a llamado del sindicato Coordinación Rural.

Las autoridades desplegaron un importante dispositivo de fuerzas de seguridad para impedir esta acción, que no cuenta con la unanimidad del movimiento agrario. “Nuestro objetivo no es matar de hambre a los franceses”, advirtió el líder de la FNSEA, Arnaud Rousseau.

El sector reclama medidas para solventar la caída de los ingresos, las bajas pensiones, la complejidad administrativa, la inflación de las normas ambientales y la competencia extranjera, especialmente el acuerdo que negocian la UE y los países del Mercosur.

Los agricultores bloquean una carretera cerca de Ableiges, al norte de París. | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved.

Sindicatos españoles

Los sindicatos agrarios españoles anunciaron este martes que se unirán a las protestas de sus colegas de varios países europeos con “movilizaciones” contra “las difíciles condiciones y asfixiante burocracia” de la Unión Europea (UE).

“El sector agrario en Europa y en España está sumido en una frustración y malestar creciente” por las reglas europeas, argumentaron tres grandes sindicatos españoles en un comunicado, anunciando “actos de protesta (...) durante las próximas semanas”, sin precisar aún fechas exactas.

Los sindicatos convocantes son ASAJA (Asociación Agraria Jóvenes Agricultores), COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) y UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos).

Estas organizaciones lamentan la importación de “productos agrarios de terceros países a bajo precio que presionan a la baja los de la UE y a los producidos en España “y que son un caso de “competencia desleal”.

Más allá de Francia, la ira agraria se ha hecho oír en varios países de la UE como Alemania, Polonia y Rumanía. El domingo, agricultores belgas a bordo de tractores bloquearon una importante autopista pidiendo cambios en la Política Agrícola Común (PAC) europea.

España es una de las principales potencias agrícolas europeas. El campo español, que produce una gran parte de las verduras y frutas que se consumen en la UE, vive un momento difícil por la sequía que le azota desde hace tres años y que ha reducido notablemente las cosechas de aceitunas o cereales.

*Con información de AFP.