En medio de las investigaciones sobre los crímenes durante las protestas que llevaron a la destitución y encarcelamiento del expresidente peruano Pedro Castillo, la hoy presidenta de Perú, Dina Boluarte, se encuentra ahora bajo escrutinio por el presunto plagio de más del 50% de un libro del cual se declaró coautora. De ser encontrada culpable, podría enfrentar cargos por plagio y vulneración de propiedad intelectual.
La noticia fue divulgada por la Unidad de Investigación del canal de televisión Latina, que había estado investigando a Boluarte durante varios meses debido a sus afirmaciones de haber participado en dicho libro. Según el reporte, la presidenta utilizó el libro en varias ocasiones mientras aspiraba a cargos políticos, pero misteriosamente eliminó cualquier referencia a él de su currículum después de asumir la presidencia.
De acuerdo con la investigación del medio, la presidenta habría incurrido en plagio en 2007, cuando participaba en un concurso para el cargo de asesora de alta dirección en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), entidad donde inició su carrera política y en la que permaneció hasta 2022, cuando se convirtió en la fórmula vicepresidencial de Pedro Castillo. Boluarte incluyó en su currículum una obra titulada ‘El reconocimiento de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario’, afirmando ser coautora de la misma.
El caso pasó desapercibido hasta que los periodistas Christopher Acosta y Hernán Floríndez descubrieron el libro en la Biblioteca Nacional de Perú, en Lima, y decidieron someterlo al software Turnitin, utilizado para detectar el plagio en textos. El análisis reveló que el 55% del contenido del libro no estaba citado correctamente, ni contaba con un aparato bibliográfico riguroso, lo cual indica que no podía ser considerado como autoría de Boluarte ni parte de su producción académica.
El libro, que lleva el nombre de Boluarte y otros siete autores, todos miembros del Colegio de Abogados de Lima, consta de 176 páginas y fue publicado en 2004. La obra carece de bibliografía, notas al pie y referencias a los autores de los cuales se tomaron gran parte de los contenidos sin atribuirlos correctamente. Entre los autores que presuntamente fueron plagiados se encuentran el abogado y jurista venezolano Antonio Nikken Bellshaw, y la abogada argentina Gisele Jaquenond de Giusti.
De acuerdo con la investigación de los periodistas, se copiaron 64 párrafos de un manual de Nikken, surgido después de un taller llamado ‘Prohibido discriminar’, que suman cerca de 22 páginas del texto final del libro que Boluarte y los otros abogados presentaron como propio. En el caso de Jaquenond de Giusti, se tomaron fragmentos de una monografía que ella habría elaborado en 2000 titulada ‘Análisis de la Declaración Universal de los Derechos Humanos’.
Boluarte y sus colegas habrían copiado y pegado 12 páginas consecutivas de investigadores ajenos, que se encuentran entre las páginas 17 y 29 del libro. Además, los periodistas descubrieron que también se apropiaron de la tesis de David Sower, titulada ‘Los individuos con deficiencias físicas, mentales y/o sensoriales en la sociedad mexicana y sus formas jurídicas’, con la cual obtuvo su licenciatura en Derecho en 2021 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los periodistas aseguran que la obra se construyó mediante la copia y ensamblado de trabajos académicos sin la debida atribución, constituyendo un caso de plagio sistemático. Esta investigación formará parte de un libro periodístico titulado ‘Presidentes por accidente: Castillo y Boluarte, golpe y suerte’, que se lanzará próximamente.
Aunque los detalles sobre la distribución y la cantidad de copias impresas del libro plagiado de Dina Boluarte no se han encontrado en la investigación, se estima que no hay muchos rastros de su existencia debido a que la obra habría sido creada con el único propósito de cumplir un requisito para acceder a puestos de trabajo en el sector estatal. Sin embargo, una vez que Boluarte ocupó el cargo de ministra de Desarrollo e Inclusión Social, eliminó cualquier mención de esta obra de su currículum.
Los coautores implicados en el caso de plagio, algunos de los cuales ocupan o han ocupado cargos públicos, incluyen a Efraín Javier Anaya Cárdenas, exintegrante del Consejo Nacional de la Magistratura; Luis Alberto Gavancho Chávez, exmagistrado de la Corte Superior de Lima; Marcial Quinto Gomero, actual presidente de la Corte Superior de Justicia de Áncash; María Esther Chávez Serrano, exabogada del Ministerio de la Mujer; Hugo Villar Mayta, exprocurador de la Municipalidad de Bellavista; Nancy Rosa Angeludis Tomassini, jueza en actividad; y Carmen del Pilar Rivera Tejada, abogada en el Ministerio de Salud.