La presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen afirmó el martes que el pueblo de Taiwán sigue determinado a defender la isla tras las grandes maniobras militares llevadas a cabo por China en torno a ella.
Las tensiones en el Estrecho de Taiwán se dispararon este mes de agosto con esas maniobras, las mayores llevadas a cabo por Pekín, como réplica a la visita a Taipei de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Tsai hizo estas declaraciones al reunirse con una delegación de académicos de Estados Unidos, en el 64 aniversario de un ataque de la artillería china, conocido como el "bombardeo 823".
"Aquella batalla para proteger nuestro territorio mostró al mundo que ninguna amenaza merma la determinación del pueblo de Taiwán de defender a su nación, ni en el pasado, ni ahora, ni en el futuro", dijo Tsai.
Lea aquí: Tras seis meses de la invasión de Rusia a Ucrania, la guerra no da avisos de terminar
China disparó 470.000 proyectiles en las Islas Kinmen Islands y otros islotes cercanos en 1958, provocando la muerte de 618 personas, en un ataque que duró 44 días.
Taiwán vive bajo la constante amenaza de una invasión de China, que considera a esta isla, que tiene su propio gobierno democrático, como parte del territorio chino, y que un día debe ser integrado, por la fuerza si fuera necesario.
Pekín considera como un agravio cualquier visita de diplomáticos o dirigentes occidentales a Taiwán.
Una semana después de la visita de Pelosi, Pekín envió barcos y aviones de guerra y lanzó misiles cerca de las aguas y el espacio aéreo de Taiwán.
Taiwán acusó a China de usar el pretexto de la visita de Pelosi para llevar a cabo un ensayo ante una futura invasión de la isla.