Un informe de inteligencia de Estados Unidos revela que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, recibió tratamiento contra un cáncer avanzado en el mes de abril.

La revista Newsweek conoció la versión de tres altos oficiales de inteligencia de Estados Unidos, quienes aseguran que hay preocupación por el estado de salud de Putin. Los funcionarios también confirmaron que en marzo hubo un intento de asesinato contra el jefe del Kremlin.

Los oficiales pertenecen a tres agencias de inteligencia: uno es de la oficina de Dirección de Inteligencia Nacional, otro es oficial superior retirado de la Fuerza Aérea y el último es de la Agencia de Inteligencia de Defensa.

A pesar de ser de agencias separadas, todos coinciden en que Putin está “cada vez más paranoico sobre su control del poder”. Esto, como consecuencia de su estado de salud.

Es clave recordar que recientemente la revista New Lines conoció un audio que confirmaría la enfermedad de Putin. De acuerdo con ese medio, un oligarca cercano al Kremlin aseguró que Putin está “muy enfermo de cáncer en la sangre”.

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“El control de Putin es fuerte pero ya no absoluto”, dice uno de los altos funcionarios de inteligencia con acceso directo a los informes. "Las maniobras dentro del Kremlin nunca han sido más intensas durante su gobierno, todo el mundo siente que el final está cerca", aseguró a Newsweek.

Aunque esto hace que el futuro de la invasión en Ucrania sea más impredecible, los altos funcionarios también señalan que esta situación disminuye la probabilidad de una guerra nuclear.

“Lo que sabemos es que hay un iceberg por ahí, aunque esté cubierto de niebla”, dice el líder de la DNI. El alto funcionario de la DIA, por su parte, asegura que “Putin ha tenido pocas reuniones con líderes extranjeros” y, a su vez, este “aislamiento ha aumentado los niveles de especulación”.

¿Cuáles son las señales de su enfermedad?

Los agentes de inteligencia han observado los cambios de comportamiento de Putin en los últimos meses y ya hacen varias conclusiones.

Según el representante de la DNI, la reunión de Putin con el presidente francés, Emmanuel Macron, el pasado 7 de febrero en la larga mesa en Moscú, llamó la atención. “No hubo apretón de manos, ni abrazo cálido, y eso lo notamos”, dijo.

Algo similar ocurrió en la reunión de Putin con el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, el pasado 21 de abril. En ese momento, Putin “estaba lejos de ser una imagen de salud, encorvado en su silla y agarrando la mesa con la mano derecha”.

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En su momento, hubo muchas especulaciones sobre esta escena. Para algunos, Putin estaba padeciendo párkinson y otros relacionaban su comportamiento con el entrenamiento en armas que tuvo en la KGB.
Sin embargo, el análisis de inteligencia para la Casa Blanca concluyó que “Putin estaba enfermo y probablemente muriéndose”.

El pasado 9 de mayo, durante su asistencia al Día de la Victoria, varios medios informaron que Putin tenía la cara notablemente hinchada, supuestamente por el uso de esteroides. Había otros elementos inusuales en la escena como el uso de una manta sobre su regazo.

Pocos días después, el jefe de inteligencia de Ucrania, Kyrylo Budanov, dijo que el Presidente ruso está en "una condición física y psicológica muy mala”.

Según los oficiales estadounidenses, paralelo a esto, el personal de seguridad del Kremlin descubrió un complot ruso para asesinar a Putin. Sumado a ese panorama, las agencias de inteligencia han conocido versiones de desacuerdos entre la cúpula de seguridad de Rusia y el deseo de algunos diplomáticos de abandonar el país.

“Un Putin debilitado -un líder obviamente en declive, no uno en la cima de su juego- tiene menos influencia sobre sus asesores y subordinados, digamos, si ordena el uso de armas nucleares”, sostiene el líder de la DIA.