Israel se vio sorprendido el sábado 7 de octubre, cuando Hamás disparó miles de cohetes desde la Franja de Gaza, donde gobierna, e infiltró en suelo israelí a un millar de combatientes, que dejan al menos 800 muertos y un centenar de personas secuestradas.

El movimiento islamista palestino Hamás perpetró un ataque sin precedentes que denominó como la operación “diluvio de Al-Aqsa”. Ante esta sangrienta ofensiva, Israel intensificó sus bombardeos contra la Franja de Gaza, donde el número de víctimas mortales ya asciende a 687.

¿Qué es Hamás?

Hamás es una organización política y militar palestina, considerada como un grupo terrorista por varios países, entre estos Estados Unidos e Israel. Formado en 1987, este grupo busca la “liberación de Palestina” y usa entre sus estrategias ataques contra civiles y fuerzas militares israelíes.

El nombre Hamás es un acrónimo en árabe para el Movimiento de Resistencia Islámica, que actualmente controla la Franja de Gaza, un enclave palestino que sufre conflictos, pobreza y bloqueos.

Limitada al norte y al este con territorio israelí, al oeste con el Mediterráneo y al sur con Egipto, la Franja de Gaza es un estrecho territorio de 360 km², 41 km de largo y de 6 a 12 km de ancho. Allí viven hacinados más de dos millones de palestinos, o casi 6.000 habitantes por km², una de las densidades de población más altas del mundo.

Más de 1.600 personas han muerto en tres días de guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás | Foto: Majdi Fathi/NurPhoto

¿Por qué Israel no anticipó el ataque?

La incapacidad de los servicios israelíes de inteligencia de prevenir la sangrienta ofensiva sorpresa de Hamás obedece a una incomprensión total del movimiento islamista palestino, aseguran expertos. El Ejército desplegó a decenas de miles de soldados en el sur, que siguen batallando contra los islamistas, y su aviación bombardeó cientos de objetivos en la Franja.

“Se trata de un enorme fracaso del sistema de inteligencia y del aparato militar en el sur” del país, limítrofe con Gaza, destaca el general retirado Yaakov Amidror, consejero de Seguridad Nacional de Israel de 2011 a 2013.

Pero más allá del fracaso de los servicios de inteligencia a la hora de detectar este ataque, minuciosamente preparado, la idea que las autoridades de Israel tienen de Hamás es totalmente equivocada, según dice a la prensa.

“Hemos cometido un error monumental, y me incluyo, al creer que una organización terrorista podía modificar su ADN”, añade Amidror, actualmente investigador en el Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalén.

“Nuestros amigos en todo el mundo nos dijeron que (Hamás) se estaba comportando de manera más responsable, y nosotros fuimos tan estúpidos que nos lo creímos”. Hamás, considerado por Israel, la UE y Estados Unidos como una organización “terrorista”, controla la Franja de Gaza desde que echó por las armas a su rival Fatah en 2007, dos años después de que Israel se retirara unilateralmente del enclave, donde había colonias judías.

La carta de Hamás, enemigo jurado de Israel, contra el que llama a la lucha armada, propugna un Estado islámico en el conjunto de los territorios palestinos. Israel sigue ocupando Cisjordania y Jerusalén oriental, la parte de mayoría palestina de la ciudad santa, anexionada.

Tras la guerra de 2021, y después de varias contiendas con Hamás en las que trató de destruir la infraestructura militar del movimiento palestino, Israel optó por una política de incentivos económicos para garantizar una tregua duradera.

Este video muestra un dron de Hamás lanzando una bomba sobre una ambulancia israelí. | Foto: Tomado del periodista @HananyaNaftali

Así, aumentó los permisos de trabajo y de comercio acordados a los gazatíes, lo que permitió entrar a unos 18.500 trabajadores en Israel. El desempleo en Gaza es muy elevado, y afecta a la mitad de la población. Israel consideró que esta política de incentivos económicos podía ayudar a mantener la calma.

El 1 de octubre, el consejero de Seguridad Nacional de Israel, Tzaji Hanegbi, destacó en ese sentido que Hamás no había disparado cohetes en los dos últimos años. “Hamás está demostrando una gran contención”, y sabe el precio que tendría una escalada, dijo a la radio militar.

Michael Milshtein, director del Foro de Estadios Palestinos en la Universidad de Tel Aviv, declaraciones de este tipo demuestran que “teníamos una idea totalmente equivocada acerca de Hamás”. “Se ha derrumbado la noción de que los incentivos económicos podrían disminuir la motivación de Hamás de cometer actos terroristas, o incluso empujar a la opinión pública (palestina) a oponerse al movimiento” islamista, dijo a AFP.

“Estamos ante una organización ideológica radical, ¿piensa usted de verdad que se puede sublimar su ideología?, ¿o cambiarla? Es una equivocación total”, asevera Milshtein, un oficial de inteligencia retirado. Mientras tanto, recuerda, “se fortalecieron y prepararon la próxima etapa de su guerra”.

“La operación estaba preparada desde hace casi un año, lo increíble es que en ese año Israel siguiera aumentando el número de permisos de trabajo [a los palestinos] y las concesiones”, opina.

“El punto de vista de Israel era que Hamás no quería una escalada”, pese a que el mensaje “estaba claro”. Pero los responsables políticos y militares “no quisieron creerlo”, apostilla Milshtein.

*Con información de AFP.