Chile completa este martes el quinto día consecutivo de fuertes protestas en contra del Gobierno. Aunque las manifestaciones iniciaron en Santiago, la capital, poco a poco se han extendido a otras ciudades del país. ¿Qué es lo que pasa en el país austral?
Todo comenzó con el aumento en las tarifas del sistema público de transporte recomendado por el panel de expertos que asesora al Gobierno chileno. El 1 de octubre, se decidió que se debería reajustar el precio del pasaje en los buses de la Red Metropolitana de Movilidad y en Metro y Metrotren a partir del 6 de ese mismo mes.
Lo anterior generó malestar en la ciudadanía de Santiago, pero fueron los estudiantes los primeros en manifestarse. Con jornadas de “evasiones masivas” (levantamiento de torniquetes para ingresar al sistema sin pagar), los escolares empezaron a canalizar el descontento de la población.
La empresa encargada del metro reaccionó estableciendo accesos controlados en las estaciones, con apoyo de la fuerza pública. Sin embargo, con el paso de los días más personas fueron uniéndose a las manifestaciones, lo que generó bloqueos, interrupciones y enfrentamientos con unidades de Carabineros (la Policía chilena).
El creciente descontento de los santiaguinos llevó a que el pasado viernes 18 de octubre las protestas se agravaran. El sistema colapsó, los enfrentamientos en las calles se agravaron y varias estaciones fueron incendiadas. Iniciaron los cacerolazos y en varias vías se instalaron barricadas.
Lo anterior provocó que el Gobierno de Sebastián Piñera declarara en la noche de ese día estado de emergencia y toque de queda. Sin embargo, la situación se siguió agravando, por lo que el jefe de Estado chileno decidió suspender el alza en el pasaje de Metro.
¿Por qué siguieron las manifestaciones?
A pesar de la decisión de Piñera y el despliegue de militares en la capital chilena, los ciudadanos se siguieron manifestando y su furia no se apaciguó. Además de Santiago, en ciudades como Valparaíso y Concepción el pasado domingo hubo graves daños en edificios y espacios públicos, además de paros en puertos.
¿Por qué no hubo un cese de las protestas? A pesar de que el aumento en el pasaje de metro fue la causa inmediata que derivó en las marchas y protestas, detrás de las mismas hay un gran descontento social.
Aspectos como la inconformidad con el sistema pensional, la desigualdad, las fallas en el sistema de salud, el descontento con el modelo de gestión del agua (a pesar de ser un bien de uso público, un privado puede tener derechos de aprovechamiento de carácter perpetuo), la petición de una mejor calidad de la educación y las denuncias de corrupción que involucran a grandes compañías y políticos han llevado a los chilenos a mantener su protesta.
Además, las respuestas del presidente Piñera han resultado insatisfactorias e incluso han avivado más la molestia. El pasado domingo aseveró que “estamos en guerra contra un enemigo poderoso e implacable que no respeta a nada ni a nadie”; pero debió recular el lunes y, a su modo, aceptó que no fueron prudentes.
“Sé que a veces he hablado duro contra esta violencia y delincuencia. Compréndanme, compatriotas. Lo hago porque me indigna ver el daño y el dolor que esta violencia y delincuencia provoca”, dijo el mandatario.
Este martes, el jefe de Estado agendó una reunión con los presidentes de los partidos políticos “para explorar y ojalá avanzar hacia un acuerdo social”.
Este martes hubo nueva jornada
En Santiago de Chile, miles de manifestantes comenzaron a llegar a la Plaza Italia, epicentro de las manifestaciones de la capital, que durante las primeras horas de la mañana permaneció tranquila.
Con el paso de las horas los manifestantes se fueron agolpando en la zona, fuertemente custodiada por militares, que desde el viernes están desplegados en la capital y las localidades de la región Metropolitana.
Carabineros desplegó a las Fuerzas Especiales y los carros lanza-gua y lanza-gases para dispersar a los manifestantes, con el lanzamiento de bombas lacrimógenas, una estrategia que se ha repetido en la zona por días.
Además de la nueva jornada de protestas en Plaza Italia, en el oriental barrio de La Condes, de clase pudiente, los vecinos se apostaron en la avenida Apoquindo para sumarse a las protestas, portando cacerolas que hacían sonar.
Además de Santiago, en Valparaíso las protestas volvieron a la zona del puerto y se repitieron los enfrentamientos entre manifestantes y policías.
En la sureña Concepción, una multitudinaria marcha recorrió las calles de la capital de la región del Biobío, que junto a Valparaíso y Santiago han sido los principales focos de disturbios, incendios y saqueos, y las primeras ciudades en estar bajo el estado de emergencia y en las noches bajo toque de queda.
Balances
El balance oficial contabiliza 15 personas fallecidas en el marco de las protestas, 11 de ellos durante los saqueos, tres en enfrentamientos con la Policía y uno atropellado por un camión de la Armada.
Entre los fallecidos se ha confirmado hasta el momento que hay dos ciudadanos colombianos y uno ecuatoriano.
Desde que comenzó el estallido social se han detenido a 2.643 personas.