El pasado 2 de febrero fue confirmada la desaparición en Madrid, España, de la colombiana de 40 años Ana María Knezevich Henao, quien vive sola en el país ibérico desde hace un año, cuando decidió tomar espacio de su familia para iniciar su vida desde cero.

La información que se tiene es escasa. Justo el viernes en que se dejó de tener rastro de ella, estuvo hablando con algunas personas cercanas, una de estas aseguró que charlaron sobre un viaje que Ana María tenía previsto para el 5 de febrero, mientras que otra amiga que habló con ella en la noche de ese día sostiene que la mujer le dijo que se encontraba “en su piso” y que estaba “bien”.

Desde el Centro Nacional de Desaparecidos de España, CNDES, también buscan el rastro de Ana María. | Foto: El País

Sin embargo, luego de eso, Ana María no volvió a responder mensajes y hay evidencia de que dos chats no dejarían del todo claro lo que ocurrió ese día, ya que en estos la mujer envió extraños mensajes a una amiga suya en Suecia y a otra en Madrid.

En el primero de estos, escrito en inglés para su amiga en Suecia, decía: “I met someone wonderfull! He has a summer house about two hours from Madrid. We are going there now and I will spend a few days there. Signal is spotty. I’ll call you when I get back”.

Mientras tanto, su amistad en la capital española recibió el mismo texto, pero esta vez en español: “Conocí a una persona muy chévere. Tiene una casa de recreo a unas dos horas de Madrid. Ahora nos vamos y pasaré unos días allí. Aunque apenas hay señal. Te marco cuando vuelva”.

Aunque las dos amigas le respondieron esperando un mensaje de vuelta, este nunca llegó.

Felipe Henao, hermano de Ana María, le aseguró a los medios que ese definitivamente no es un mensaje que ella escribiría, ya que tiene completo manejo del idioma y no es “la forma en la que ella hablaría”.

En las últimas comunicaciones de Ana María con su familia, les comentó que se sentía bien y que quería que la visitaran en España. | Foto: El País

Sostuvo, por tanto, que parece más un mensaje que fue transcrito en Google y enviado así tal cual. Fue su hermano el que reveló que la mujer vivía sola en España ya que quería superar una depresión que había estado enfrentando luego de separarse de su esposo, un hombre serbio a quien había conocido en Florida, Estados Unidos, donde vivían juntos.

También comentó que tuvo una llamada con Ana María en los últimos días previos a su desaparición, en la que ella le mostró la “emoción” que tenía por el viaje que iba a emprender desde el lunes 5 de este mes a Barcelona, que realizaría con su mejor amiga.

Por el momento, las autoridades no tienen mayor indicio de lo que pueda haber ocurrido. Una de sus amigas en Madrid fue hasta el apartamento de Ana María para ver si estaba allí, pero no tuvo respuesta.

Procedió a llamar a los bomberos, pero la puerta estaba extrañamente bloqueada, por lo que entraron por una ventana del apartamento para comprobar que no había nadie allí. Tampoco hay manera de determinar en qué momento salió o si alguien entró.

Esto debido a que, según explicaron los vecinos, delincuentes habían intentado robar el edificio, por lo que habían tapado con spray negro la cámara del teléfono de la entrada de la vivienda y la de seguridad que está ubicada junto al ascensor. Es decir que no hay evidencia videográfico sobre qué ocurrió.

Desde ese momento, la Policía de Florida y el FBI decidieron tomar parte del caso para dilucidar su paradero, esto a pesar de que, según comentó su hermano desde Miami, las autoridades no tienen acceso a sus “tarjetas de crédito, a información del teléfono ni a su última localización”, en otras palabras, no hay un solo rastro de ella.