Tras reportarse como desaparecida desde el pasado sábado, 7 de octubre, día que se desató el ataque por parte de Hamás a Israel. La colombiana Ivonne Rubio fue hallada muerta este miércoles 11 de octubre. Aún se desconoce el paradero de su pareja, Antonio Mesias Montano.
Hay que recordar que la colombiana se encontraba con su novio en el festival de música Tribe of Nova, el cual se estaba realizado en el desierto de Néguev, en la frontera de Israel con la Franja de Gaza, cuando se presentó el ataque. Esta tragedia dejó alrededor de 260 cuerpos sin vida.
Según información preliminar, Ivonne Rubio habría fallecido en medio de los enfrentamientos.
Según algunos medios de comunicación, Ivonne Rubio fue madre, modelo y tenía 26 años. “En sus redes sociales, la joven compartía fotografías sobre su trabajo, en vacaciones y acompañada de su familia: su pareja, Antonio, y los dos niños. Vivía en Israel con su familia desde hace muchos años”, resaltó El Tiempo.
En el festival de música “masacraron a sangre fría”
“En la zona donde tuvo lugar el festival de música y en la fiesta misma” había “unos 200-250 cuerpos”, dijo a la AFP Moti Bukjin, portavoz de Zaka, basándose en el número de camiones que transportaron los restos durante la operación de recuperación de los cadáveres.
“Soy voluntario en Zaka desde hace 28 años y después de la catástrofe de Merón (una avalancha mortífera durante una peregrinación judía en el norte de Israel) y sus 45 muertos pensaba haber tocado fondo”, dijo Bukjin en una conversación telefónica, antes de volver a las zonas del sur de Israel golpeadas por milicianos de Hamás infiltrados.
“Pensaba que era el fin del mundo, pero claramente, las cosas pueden ser peores, netamente peores”, agregó, al evocar lo que vio cerca del kibutz de Reim.
“Masacraron a la gente a sangre fría, de una forma absolutamente inconcebible”, añadió.
Familia israelí entierra a un hijo y busca a su hermano gemelo tras masacre de Hamás en una fiesta
En el salón de la familia en Jerusalén, la “shiva”, los siete tradicionales días de luto y rituales judíos, comienzan entre el dolor y la angustia.
Todos esperan una primera señal de vida de Michael, que quizás fue tomado como rehén por los milicianos del movimiento islamista palestino Hamás.
“Va a volver a casa. Y espero que no haya sido secuestrado”, pues de lo contrario, su pérdida “nos matará”, afirma Ausa Meir, hermana de los dos treintañeros, horas después del funeral de su hermano Osher.
Osher murió “al detener las balas para un amigo, para un hermano”, explica la franco-israelí de 32 años, madre de tres hijos.
Su esposo, reservista del ejército, fue llamado como miles de hombres israelíes al frente el sábado por la mañana.
Miles de jóvenes acudieron el sábado al festival cerca del kibutz de Reim, en el sur de Israel, muy cerca de la frontera con la Franja de Gaza.
En las imágenes aéreas obtenidas por la AFP se veían decenas de automóviles quemados al lado de la carretera que llevaba al lugar del festival.
“La silla del auto del bebé estaba cubierta de sangre... Había sangre por todas partes, solo sangre y carne humana. Estaba en shock... ¿Cómo voy a decirle a mi hija de año y medio que su padre está muerto?”, pregunta.
“Es mi vida entera, me quedo sola sin el hombre que amamos, mi hija y yo”, dice todavía en presente.
A su alrededor, un grupo de jóvenes, algunos supervivientes del ataque, intentaban consolarla, y esperan que su hermano Michael siga vivo.
*Con información de AFP.