En la mañana de este miércoles 20 de diciembre, el gobierno estadounidense de Joe Biden liberó a Alex Nain Saab Morán, un empresario colombiano y estrecho aliado del presidente Nicolás Maduro, que fue arrestado en 2020 bajo una orden de detención por lavado de dinero.
Este es de ascendencia libanesa, y a pesar de que nació en Barranquilla, Colombia, el 21 de diciembre de 1971, obtuvo la nacionalidad venezolana de manera fraudulenta, quedando así con ambas nacionalidades.
De acuerdo con un documento del Comisionado Presidencial del Crimen Organizado, conocido por la Revista Semana, Saab “comenzó su carrera en Barranquilla, vendiendo llaveros de promoción empresarial y posteriormente uniformes de trabajo. En 2010 conoció a Álvaro Pulido Vargas (cuyo verdadero nombre es Germán Enrique Rubio Salas), sobrino de la senadora colombiana Piedad Córdoba, muy cercana a Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Esta conexión le permitió empezar sus negocios en Venezuela”.
Seguido a ello, se detalló que los negocios comenzaron a través de una empresa colombiana, Shatex S.A.S (NIT. 802008350), a través de la cual se exportó mercancías a Australia, Ecuador y Venezuela. A través de pequeñas empresas tuvo acceso a tasa de cambio preferencial gracias al sistema de cambio de divisas oficial de la Comisión de Administración de Divisas,Cadivi.
En ese sentido, se relata que el inusual crecimiento de la fortuna de Saab y de la empresa puso en alerta a las autoridades colombianas, por lo que se inició una investigación en Fiscalía sobre el inusual crecimiento económico de Shatex y se descubrió que se lavaron alrededor de $25 millones entre 2004 y 2011. “Tanto su revisor fiscal como su contador, Robinson Ruiz Guerrero y Devis Mendoza Lapeira (respectivamente), fueron detenidos en octubre de 2018″, se lee en el documento.
“En el año 2015, el colombiano empieza a tener participación en el negocio petrolero, a través de Trading Energy and Coal (Trenaco) S.A.S, empresa en Suiza a través de la cual Saab ha logrado la adjudicación de contratos con Petróleos de Venezuela (PDVSA) para la construcción de plataformas y perforación de pozos en la faja del Orinoco por un monto alrededor de $4.400 millones. En esta empresa aparece también como parte de la directiva, Carlos Gutierrez Robayo, concuñado de Gustavo Petro”, se complementó en la misiva.
Ahora bien, en 2017 estuvo bajo el escrutinio público debido a las acusaciones de ser un presunto testaferro de Maduro en Venezuela. De acuerdo con la Agencia de Periodismo Investigativo, estas acusaciones se centraban en negocios que rodeaban en al menos los 135 millones de dólares que Saab sostenía con el gobierno de Venezuela durante las presidencias de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Ya en octubre del 2018 al barranquillero se le abrió una investigación por lavado de activos, el cual estaría implicado directamente con sus negocios con el gobierno venezolano entre 2004 y 2011.
De acuerdo con el medio periodístico, durante este período, Saab estuvo involucrado en la importación de suministros para programas gubernamentales como la Misión Vivienda y la venta de cajas de alimentos del Clap, entre otros.
Sin embargo, no fue sino hasta junio de 2020 cuando su arresto se hizo efectivo. Esto pasó durante una escala de avión, para recargar combustible, en Cabo Verde, costa noroeste de África. Estados Unidos solicitó su extradición, la cual fue aprobada y llevada a cabo en octubre de 2021.
Como ya se mencionó, se le acusa de asociación ilícita para lavado de dinero en relación con un plan de sobornos que presuntamente desvió 350 millones de dólares de contratos estatales para construir viviendas asequibles por cuenta del gobierno venezolano.
A pesar de que en un principio el gobierno venezolano negaba sostener cualquier tipo de relación con Saab, tras su detención en Cabo Verde, el mismo Ejecutivo empezó a llevar a cabo una serie de estrategias con el fin de que dicho empresario no fuera extraditado y recobrara su libertad. Para ello utilizaron recursos gubernamentales y organizaron manifestaciones.
La Agencia de Periodismo Investigativo detalló que, además de sus actividades empresariales controvertidas, el barranquillero ha estado vinculado a figuras políticas y ha utilizado diversos planes, como la creación de empresas offshore y el aprovechamiento de diferencias cambiarias, para llevar a cabo sus negocios.
Pero no fueron solo sus vínculos con actores políticos los que llamaban la atención de la vida del empresario, sino que sus excentricidades hicieron que el mundo pusiera sus ojos sobre él.
De acuerdo con información de la Revista Semana, las lujosas mansiones que Saab tenía en la localidad de Riomar, en Barranquilla, lo delató más que el dinero. Por esa razón, hace unos años la Fiscalía General de la Nación le puso el ojo a la propiedad, avaluada en 28.000 millones de pesos, la cual no era posible obtener con tan solo manejar una compañía de toallas, primera actividad del barranquillero.
De acuerdo con Semana, la Fiscalía aseguró al pedir medidas cautelares sobre esta casa, en junio del año pasado, que “los inmuebles ocupados habrían sido adquiridos por una empresa fachada, con recursos provenientes de las actividades ilícitas de Álex Saab”.
Se conoció que esta lujosa mansión habría sido el hogar del empresario durante los últimos años que estuvo en Colombia junto a su esposa, Camilla Fabri.
Pero no fue la única propiedad que le fue arrebatada a Saab, el ente acusador también pidió medidas cautelares de embargo y secuestro de otras siete propiedades. Entre estas, un apartamento de 379 metros cuadrados, dos casas y tres garajes, también en la Arenosa.
A propósito, el periodista venezolano Roberto Deniz, le contó al noticiero NTN24 que hasta ahora no se sabe “la película completa de todo lo que hizo Saab por delegación de Nicolás Maduro”, pero que si algo es seguro, es que “a través del negocio del petróleo, oro, bolsas de mercado, entre otros, por las manos de Alex Saab pasaron entre 8000 y 10.000 millones de dólares”, detalló sobre lo que este empresario significaría para el régimen de Venezuela.
Seguido a ello, hizo una fuerte advertencia en la que declaró que “la negociación entre Estados Unidos y Maduro no es totalmente transparente, y lo vemos con el ‘caso Saab’”.
En cuanto a la liberación del acusado, varios medios de comunicación han asegurado que se debería a un canje entre el gobierno de Biden y Maduro, sin embargo, hasta ahora no se ha negado ni confirmado nada.