Una irreversible sobredosis de vitamina D, provocada por el excesivo consumo de suplementos, fue la causa principal de la trágica muerte del empresario británico jubilado David Mitchener, de 89 años.
Aunque su deceso ocurrió el 20 de mayo del año pasado, solo hasta ahora se han podido completar todos los estudios que dieron luces sobre lo que le ocurrió a Mitchener, oriundo de la localidad de Oxted, en el condado de Surrey, Inglaterra.
Ingresó al Hospital East Surrey diez días antes, el 10 de mayo de 2023, al asegurar que se sentía muy enfermo. Las pruebas realizadas por los doctores encontraron que el empresario tenía un grave cuadro de hipercalcemia, que se traduce como una gran acumulación de calcio en el cuerpo proveniente del consumo excesivo vitamina D.
De hecho, los niveles de vitamina D que Mitchener presentaba estaban en el nivel más alto que podía registrar un laboratorio del Servicio Nacional de Salud inglés (NHS, por sus siglas en inglés).
La hipercalcemia puede tener importantes consecuencias sobre el organismo, como debilitar los huesos y dañar los riñones y el corazón. Eso terminó padeciendo el empresario de 89 años, casado y padre de un hijo.
El exceso de vitamina D y calcio en su cuerpo llevaron a que las causas de su muerte se asociaran, además, con una insuficiencia cardíaca congestiva y una insuficiencia renal crónica aguda, con cardiopatía isquémica subyacente.
El caso de David Mitchener interesó a Jonathan Stevens, un médico forense que ha estudiado la prevención de muertes en casos como el del empresario. En una investigación que Stevens pudo culminar el 28 de diciembre, concluyó que Mitchener había estado consumiendo los suplementos vitamínicos en exceso, por los menos, durante los nueve meses anteriores a su muerte.
También encontró que los empaques de esos suplementos no traían consigo advertencias sobre los graves efectos secundarios que conlleva el consumo en demasía de la vitamina, es decir, no prevén estas posibles tragedias. Stevens describió lo ocurrido como una “desgracia”.
Por ellos, el forense decidió enviar un escrito a la Agencia de Normas Alimentarias y al Departamento de Salud y Asistencia Social británico, pidiéndoles que consideren exigir a los fabricantes de los suplementos vitamínicos que pongan advertencias en los envases sobre esos efectos y las posibles consecuencias.
En el informe enfatiza que “los requisitos actuales de etiquetado de los alimentos (y suplementos) no exigen que estos riesgos y efectos secundarios estén escritos en el envase. (...) En mi opinión, se deben tomar medidas para prevenir futuras muertes y creo que ustedes tienen el poder de tomar tales medidas”.
Las dos entidades tienen un plazo de 56 días para responder a las inquietudes y solicitudes de Stevens. Mientras tanto, el caso de Mitchener se suma a una creciente lista de muertes asociadas al consumo excesivo de suplementos como la vitamina D.
Y así lo retrata la revista BMJ Case Reports, la cual advirtió en 2022 que “a nivel mundial, existe una tendencia creciente de hipervitaminosis D”, una afección rara causada por tomar demasiado esta vitamina, por lo que llaman la atención de la población mundial para evitar desenlaces trágicos.