La situación se le complicó a Putin en un punto que de por sí, ya se vía venir. El viernes 23 de junio, tropas del grupo Wagner hicieron un llamado al levantamiento en armas a todo el país, a continuación iniciaron su marcha hacia Moscú con el objetivo de “revelar la verdad”, de desenmascarar al ministro de Defensa y luchar en contra de quienes “matan civiles” en su nación, entre otros motivos.
Rusia, que inició una guerra en Ucrania por control territorial, ahora está sufriendo de, lo que hasta el momento es considerado como una “rebelión” con tintes a guerra civil. Y en medio de esta urgencia, el país euroasiático está en busca de aliados, además de los que ya ha concertado durante la invasión en el país vecino, entre los que se destaca China, Irán, Kazajistán, Corea del Norte, Bielorrusia y ahora, habría logrado encontrar apoyo en Turquía.
Este sábado 24 de junio, el presidente ruso, Vladimir Putin, recibió el “pleno apoyo” de su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, durante una conversación telefónica sobre la rebelión armada del grupo Wagner en Rusia, según informó el Kremlin, siendo este un aliado que suma en medio de la crisis interna.
Durante su llamada con Erdogan, que en 2016 fue objeto de un intento golpista, Putin “dio informaciones sobre la situación en el país en relación con una tentativa de rebelión armada”, recalcó el Kremlin en un comunicado, y se agregó que el presidente turco “expresó su pleno apoyo a las medidas tomadas” por Putin.
Pues bien, a un día del inicio del asalto de Wagner, Rusia informó sobre un nuevo aliado, aunque, no dio informaciones de otro de ayuda en medio del conflicto, como normalmente recibe por parte de China e Irán, sus dos mayores proveedores, tanto de armas como de capital, en algunos momentos, entre otros Estados y organizaciones.
Sin embargo, el primer en presentar su apoyo vía telefónica ante Putin fue su aliado bielorruso y kazajo, con quien charló para informarles de la situación. “El presidente ruso ha llamado esta mañana al presidente bielorruso” Alexander Lukashenko para informarle “de la situación en Rusia”, dijo la agencia de noticias bielorrusa Belta.
El jefe del Kremlin se entrevistó luego de manera telefónica con su homólogo kazajo Kasym-Jomart Tokayev, cuyo país también es aliado de Rusia en el marco de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza militar liderada por Moscú, indicó el servicio de prensa de la presidencia de Kazajistán en un comunicado.
“Vladimir Putin informó (al presidente kazajo, ndlr) de la situación en su país” y le “agradeció por su comprensión”, según la misma fuente.
La contraparte
Estados Unidos aprovechó la situación para informar que estará en “estrecha coordinación” con sus aliados del Grupo de los Siete (G7) en torno a la crisis interna surgida en Rusia, después de que los miembros del grupo paramilitar Wagner lanzaran su rebelión, indicaron funcionarios del gobierno el sábado.
“Estados Unidos estará en estrecha coordinación con sus aliados y socios mientras la situación sigue en desarrollo”, indicó el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller, en un comunicado, en el que se resaltó que el apoyo para Ucrania “no cambiará”.
Incluso, la situación de Rusia ha complicado su conflicto con Ucrania al punto que, l Fuerza Aérea ucraniana afirmó sobre el derribó 13 misiles de crucero lanzados por Rusia en un ataque nocturno contra un aeródromo militar en el oeste del país. “Los 13 misiles de crucero de los ocupantes fueron destruidos”, afirmó la institución en Telegram.
“El enemigo atacó a Ucrania desde aviones estratégicos (...). Esta vez el ataque estaba dirigido contra un aeródromo militar” en la región de Jmelnitsky (oeste), agregó. “Los lanzamientos (de misiles) se llevaron a cabo alrededor de la medianoche desde el mar Caspio desde cuatro bombarderos Tu-95MS”, agregó la fuerza aérea en su declaración.
El alcalde de Jmelnitsky, Oleksandr Simchishin, informó de explosiones en la ciudad -con una población de unos 275.000 habitantes antes de la guerra-, y elogió los sistemas de defensa antiaérea ucranianos.
Rusia lanzó oleadas de ataques aéreos con misiles y drones de ataque durante el invierno, lo que llevó a Ucrania a pedir a sus aliados occidentales más ayuda para reforzar sus sistemas de defensa aérea.
El ministerio de Defensa ruso indicó este viernes en un comunicado que sus fuerzas apuntaron contra depósitos de armas ucranianos con ataques precisos y de largo alcance, y que “todos los objetivos designados fueron alcanzados”.
*Con información de AFP.