El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, calificó de “un invento, una mentira” la denuncia de la oposición sobre un arresto temporal de la líder María Corina Machado en la tarde de este jueves, 9 de enero, en Caracas.
“Querían alarmar a toda Venezuela y al final terminan con la ridiculez de las ridiculeces, mintiendo, diciendo que el gobierno había capturado a María Corina”, dijo Cabello en el canal estatal VTV durante una marcha del chavismo. “Ella está loca por que nosotros la capturemos (...). Un invento, una mentira”.
A esa voz se sumó el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, quien por medio de un mensaje en su canal oficial de Telegram sostuvo que “la señora María Corina Machado intentó una operación de falsa bandera, burlándose de la derecha y del fascismo internacional, que inmediatamente salió a mentir, como de costumbre”.
Y agregó Gil a lo anterior: “La virulencia de la reacción de los gobiernos y personajes extremistas internacionales solo señala la complicidad entre los que no aceptan que la oposición es un rotundo fracaso, y actúan como siempre haciendo un ridículo de marca mayor”.
Un video en el que Machado dice que está “segura” y “a salvo” circuló en medios chavistas y cuentas de altos funcionarios en Telegram, como la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el ministro de Información, Freddy Ñáñez.
“¡Muy grave! Que María Corina esté libre, no minimiza el hecho de lo que sucedió, fue secuestrada en condiciones de violencia”, denunció Edmundo González Urrutia, que antes alertó a las autoridades: “No jueguen con fuego” al demandar su liberación.
Por su parte, el equipo político de la líder opositora denunció que “fue interceptada y tumbada de la moto en la que se trasladaba. En el suceso detonaron armas de fuego. Se la llevaron retenida por la fuerza. Durante el periodo de su secuestro fue forzada a grabar varios vídeos y luego fue liberada”.
Este jueves, el chavismo marchó en paralelo para apoyar a Maduro, que el viernes asumirá su cuestionado tercer período consecutivo de seis años, en medio de una nueva ola de detenciones de opositores y dirigentes de la sociedad civil que desató la condena internacional.
*Con información de AFP.