Un total de 160 niños fueron rescatados por las autoridades guatemaltecas de una propiedad ubicada en el municipio de Oratorio, Santa Rosa, a unos 60 kilómetros de la capital, en la que se encuentra la comunidad Lev Tahor, un grupo judío ultraortodoxos.
Presuntamente, este grupo estaría acusado de violencia sexual contra menores, según lo dio a conocer el Ministerio del Interior y la fiscalía.
“La operación permitió rescatar a 160 menores que presuntamente fueron víctimas de abusos por parte de un miembro de la secta Lev Tahor”, señaló el ministro Francisco Jiménez Irungaray.
El operativo se había intentado realizar en varias ocasiones, pero solo esta las autoridades lograron lo planificado. Al parecer las autoridades recibieron diversas denuncias, siendo una de ellas la presentada el 11 de noviembre, donde se daba a conocer que un miembro del grupo incurría en los “delitos de trata de personas en modalidad de embarazo forzado, abuso infantil y violación”, según lo señaló el fiscal Dimas Jiménez, a través de una rueda de prensa.
La denuncia fue presentada por cuatro menores de edad, quienes tras escapar del lugar, dieron a conocer las condiciones en las que se encontraban.
Encontraron restos humanos
En el operativo participaron elementos de la institución del Procurador de los Derechos Humanos (PGN), agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), personal de la Cruz Roja y Bomberos Voluntarios. Las autoridades lograron confirmar que encontraron “osamentas en cajas”, por lo que ya iniciaron investigaciones.
Este grupo, asentado en Guatemala y México, ha estado rodeado de polémica. El 8 de octubre, en Guatemala, fue abierta una diligencia en su contra y en agosto de este año se llevó a cabo un allanamiento, sin éxito.
En México, un juez federal ordenó arrestar a varios líderes del grupo ubicado al norte de Tapachula, por la sospecha de participación en abuso a menores.
Se estima que son 500 personas quienes la conforman. El grupo practica muchas de las costumbres del jasidismo, las mujeres visten con ropa negra de pies a cabeza, mientras que los hombres cubren sus cabezas con sombrero y nunca se afeitan la barba.
Tras los hechos que se vienen presentando, la comunidad judía en Guatemala emitió un comunicado en el que se desligó de la secta.