El “Titán”, un pequeño sumergible de unos 6,5 metros de eslora, se sumergió el 18 de junio para observar los restos del naufragio y debía volver a la superficie siete horas después pero, cuando aún no habían transcurrido dos horas, se perdió el contacto con la nave. Entonces se puso en marcha una operación de rescate en busca de los pasajeros.
Los equipos descubrieron que la nave había implosionado poco después de sumergirse, lo que causó la muerte en el acto de los cinco ocupantes, entre quienes se hallaba el jefe de OceanGate, Stockton Rush.
Los expertos encontraron “presuntos restos humanos” entre los fragmentos recuperados del sumergible turístico, hallados en el lecho marino a casi 4.000 metros de profundidad.
En cuanto se supo que se había perdido el contacto con el sumergible, las críticas se centraron en Ocean Gate, sospechosa de negligencia.
Ahora, ha surgido una nueva información revelada por ‘The New York Times’. Se trata de unas declaraciones que dio Bill Price, un pasajero que había estado antes en el Titán, en una inmersión anterior.
Price, reveló que antes de hacer este viaje, la empresa le había explicado sobre las posibilidades de implosión del Titán, sin embargo, dijo que se las dieron “de una manera macabra”.
De acuerdo con su relato, la empresa Ocean Gate le ilustró los riesgos de la inmersión usando una lata de refresco que era aplastada con un mazo. Una forma muy clara de demostrar los efectos que podría tener una explosión en el submarino.
Por otro lado, Price también dijo que la empresa comparaba la presión que podría afectar al Titán con la que aguantaría un elefante apoyando todo su peso solo sobre una pierna y sosteniendo al mismo tiempo sobre sus hombros a otros 100 elefantes.
Esta ilustración y explicación coincide mucho con lo ocurrido el 18 de junio, donde se presentó “la implosión catastrófica” que resultó con la muerte instantánea de todos los pasajeros del Titán.
¿Qué es una “implosión catastrófica” como la sufrida por el Titán?
Una “implosión catastrófica”, como la que se cree que destruyó el sumergible Titán, se produjo debido a la aplastante presión del agua en el fondo del océano.
Los restos del Titánic descansan en el lecho marino del Atlántico Norte a unos 3.800 metros de profundidad. A nivel del mar, la presión atmosférica es de aproximadamente de un bar, nivel conocido como una atmósfera.
A la profundidad a la que se encuentra el transatlántico, la presión del agua multiplica por 400 los valores de la superficie marina. A modo de comparación, la mordedura de un gran tiburón blanco ejerce una fuerza de casi 275 bares, según Scientific American.
En una implosión causada por un defecto en el casco o por cualquier otro motivo, el sumergible se derrumbaría sobre sí mismo en milisegundos, aplastado por la inmensa presión del agua.
La muerte sería prácticamente instantánea para los ocupantes.
Pero se habían planteado algunas dudas sobre su seguridad, sobre todo en una demanda que involucraba al ex director de operaciones marinas de OceanGate, David Lochridge, quien fue despedido en 2018 después de advertir sobre el casco de fibra de carbono “experimental” del Titán.
Roderick Smith, profesor de ingeniería del Imperial College de Londres, dijo que el accidente probablemente se debió a un “fallo del casco de presión” y añadió: “La violencia de la implosión significa que puede ser muy difícil determinar la secuencia de los acontecimientos”.
Cabe recordar que la compañía propietaria del sumergible que implosionó suspendió todas sus actividades, según se pudo leer en la página web de la empresa.
*Con información de AFP*