Rusia acusó este jueves a Estados Unidos de estar detrás del presunto ataque contra el Kremlin y denunció que los actos de sabotaje de Ucrania en su territorio tenían una amplitud “sin precedentes”.
El miércoles, Rusia aseguró haber frustrado un ataque con drones contra su jefe de Estado perpetrado por Ucrania, que desmintió cualquier implicación.
“Las decisiones de este tipo de ataques no se toman en Kiev, sino en Washington”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “Kiev solo hace lo que le dicen”, continuó. “Washington debe entender claramente que sabemos esto”, añadió.
Peskov aseguró que Putin trabajaba con normalidad desde el Kremlin el jueves, pero reveló que la seguridad del recinto iba a ser “reforzada” tras este incidente que supuestamente ocurrió entre la noche del martes y la madrugada del miércoles.
También se incrementará el dispositivo de seguridad previsto en Moscú antes de las celebraciones del Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial previstas para la próxima semana.
“Por supuesto, todo se va a reforzar. Todo se ha reforzado ya de cara al desfile del Día de la Victoria”, afirmó Peskov a la prensa.
Rusia también informó de una serie de ataques contra instalaciones petroleras y contra la red ferroviaria que provocó el descarrilamiento de un tren.
Incluso, el Gobierno ruso fue más allá y aseguró que enfrenta una ola de “actividades terroristas” y “sabotajes” ucranianos “sin precedentes” en su territorio, tras un presunto ataque con drones contra el Kremlin que atribuyó a Ucrania.
“Las actividades terroristas y de sabotaje de las Fuerzas Armadas ucranianas adquieren una amplitud sin precedentes”, denunció el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado. En el texto, el ministerio advirtió que Rusia “se reserva el derecho de tomar medidas de represalia”.
Así fue el supuesto ataque, según Rusia
El Gobierno de Rusia afirmó que Ucrania intentó matar con drones al presidente Vladimir Putin, un hecho que intensifica aún más el conflicto entre los países europeos. Ante esta acusación, el Gobierno ucraniano negó cualquier implicación en ese hecho y reportó un bombardeo “masivo” ruso, con numerosas víctimas, en la región de Jersón.
“El régimen de Kiev intentó golpear al Kremlin”, en el centro de Moscú, con dos drones que quedaron “fuera de servicio” gracias a “sistemas de radar de guerra electrónica”, indicó la Presidencia rusa.
Además, el portavoz ruso, Dmitry Peskov, indicó que el presidente Putin no se encontraba en el Kremlin en ese momento.
“Consideramos esas acciones como un intento de acción terrorista y un atentado contra la vida del presidente”, afirmó el Kremlin, añadiendo que “Rusia se reserva el derecho de tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere apropiado”.
La justicia rusa anunció la apertura de una investigación por “terrorismo en relación con una tentativa de atacar la residencia del presidente de Rusia en el Kremlin”. El expresidente ruso, Dmitri Medvédev, abogó por la “eliminación física” del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
No es la primera vez que Rusia hace una acusación que involucra un atentado con drones. A inicios de 2023, el gobernador de la región de Moscú aseguró que un dron ucraniano se estrelló cerca de la localidad de Gubastovo, al sureste de la capital rusa.
*Nota con información de la AFP.