Agencia AFP
La Policía rusa detuvo este sábado, 3 de febrero, al menos a 20 periodistas durante una manifestación en la Plaza Roja, de Moscú, organizada por mujeres de soldados que combaten en Ucrania y que reclaman el regreso de sus maridos.
Un videasta de la AFP, detenido durante la protesta, indicó que entre 20 y 25 periodistas, entre ellos reporteros extranjeros, estaban con él en un furgón, camino a una comisaría de la capital rusa.
Desde hace varias semanas, esposas de soldados movilizados en Ucrania se dan cita en la Plaza Roja, frente al Kremlin, para exigir el regreso de sus maridos, tras la operación rusa lanzada en Ucrania en febrero de 2022.
Este es un tema delicado para las autoridades, y hasta ahora se habían abstenido de reprimir al movimiento de protesta naciente.
De forma general, los medios rusos no cubren estas protestas y el Kremlin intenta a toda costa exhibir una imagen de unidad en torno al presidente Vladimir Putin, sobre todo de cara a las presidenciales de marzo de 2024, en las que tiene la victoria casi asegurada.
Según Putin, 244.000 tropas combaten actualmente en Ucrania, de un contingente total de 617.000 soldados.
Eran “trabajadores humanitarios”
De otro lado, El Gobierno de Francia confirmó este viernes que dos franceses murieron y otros tres resultaron heridos en un ataque ruso en Ucrania, y precisó que se trataba de “trabajadores humanitarios”.
“Dos trabajadores humanitarios franceses pagaron con sus vidas su compromiso con los ucranianos. Tres están heridos”, escribió en la red social X el ministro de Relaciones Exteriores francés, Stéphane Séjourné, quien denunció “la barbarie rusa”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, denunció “un acto cobarde e indigno”, y mostró su apoyo a “todos los voluntarios” que ayudan a la población, según un mensaje en X.
Su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, expresó su gratitud hacia los “valientes” cooperantes franceses y afirmó que “el terror ruso” no entiende de “nacionalidades de las víctimas”.
Las autoridades ucranianas habían anunciado la víspera la muerte de dos “voluntarios” franceses en un ataque ruso contra Berislav, en el sur de Ucrania. La Policía afirmó que fue un ataque con drones.
La expresión “voluntarios” suele emplearse para designar a cooperantes o trabajadores de organizaciones humanitarias.
Berislav, que tenía unos 12.000 habitantes antes de la guerra que estalló con la invasión rusa de Ucrania hace casi dos años, se encuentra en la margen septentrional del río Dniéper, cerca de la línea del frente.
“Rusia tendrá que responder por sus crímenes”, añadió Séjourné, que no especificó a qué organización humanitaria pertenecían las víctimas.
La fiscalía antiterrorista de París anunció el viernes por la noche la apertura de una investigación por crímenes de guerra, concretamente por el ataque a un trabajador humanitario, que según el derecho internacional no son combatientes.