Tensión. Esa podría ser la palabra que defina mejor la situación que se vive a nivel internacional desde hace varios años por causa de las intransigencias del régimen que gobierna a Corea del Norte, manteniendo tal nación prácticamente aislada de la globalización o de la comunidad internacional, incluso con su patria hermana del sur.

En ese sentido, Estados Unidos, considerada como la gran potencia de occidente, se ha vuelto un enemigo no declarado de los norcoreanos, brindándole todo el apoyo posible a Corea del Sur para que se preparen ante posibles ataques del país fronterizo o manteniendo a sus fuerzas militares ahí listas por si presentase alguna crisis.

Corea del Norte es escenario de tensiones internacionales. Foto: Simon Holmes/NurPhoto vía Getty Images | Foto: Getty Images

Hace poco, a principios de mes, desde la parte norte hubo un anuncio en la televisión pública que informaba sobre una orden estratégica dada por el dictador Kim Jong-un, la cual buscaba poner a sus fuerzas armadas en alerta especial porque iniciarían “preparativos prácticos”.

Frente a esa decisión, Sur Corea y los norteamericanos decidieron comenzar el pasado 20 de agosto un periodo de 11 días consecutivos de ejercicios conjuntos de “guerra total”. Dicha preparación podría ser contestada con pruebas balísticas norcoreanas, conforme indica el departamento de seguridad de Seúl.

No se descarta que el ensayo sea realizado desde Pionyang con un misil balístico internacional.

¿En qué consiste la respuesta de EE. UU. y Corea del Sur?

A sabiendas de lo anterior, surcoreanos y estadounidenses planean en firme seguir con la preparación que han denominado “Escudo de la Libertad Ulchi”, estrategia que está a disposición de responderle al norte cuando les sea necesario. De hecho, los dos ejércitos tienen agendados más de 30 simulacros de campo y campañas simuladas de ataques informáticos.

Dentro de la misma formación preventiva también estarán activos de nueves países miembros del Comando de las Naciones Unidas (UNC) como Australia, Canadá, Francia, Reino Unido, Grecia, Italia, Nueva Zelanda, Filipinas y Tailandia.

Soldados del ejército de los Estados Unidos se preparan en suelo surcoreano. Imagen de referencia.

Previamente, Corea del Norte había hecho aterradora advertencia: “Estamos al borde de una guerra nuclear”

Y es que los resquemores se venían intensificando desde hace meses, cuando tras las maniobras realizadas por Estados Unidos en el continente asiático, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, advitió que “estamos al borde de una guerra nuclear que acarreará las consecuencias más catastróficas e irreversibles para la paz y la seguridad en la península de Corea, en Asia y en el resto del mundo”, pues según él, la maniobras realizadas por el país norteaméricano amenaza la estabilidad de la región.

Al respecto, el Instituto de Estudios Estadounidenses del Ministerio de Exteriores norcoreano, informó que “los movimientos belicosos de Estados Unidos han empujado las tensiones militares en la península de Corea y en el noreste de Asia, que ya se han sumido en una situación extremadamente inestable al borde de una guerra nuclear”. Esta advertencia coincide con las marchas por el aniversario de la Guerra de Corea (1950-1953), que han congregado a más de 120.000 personas en Pionyang.

Teniendo en cuenta lo anterior, Jong-Nu ha considerado que “si estalla una guerra en la península de Corea, ubicada en una posición geopolítica importante, donde se entremezclan los intereses de las grandes potencias, se expandirá rápidamente a una guerra mundial y una guerra termonuclear sin precedentes en el mundo”, lo que tendría consecuencias irreversibles para el mundo entero.

“Esto acarreará las consecuencias más catastróficas e irreversibles para la paz y la seguridad en la península de Corea, en el noreste de Asia y en el resto del mundo”, indica la institución, que la solución es que Washington “elimine su anacrónica política hostil” hacia Corea del Norte.

En el documento elaborado por el Ministerio de Exteriores de Estados Unidos también aseguró que las autoridades norcoreanas alegan que los ejercicios militares conjuntos entre Washington y Seúl, que comenzaron en el década de los 50, “se han llevado a cabo incesantemente durante casi décadas con nombres en clave”.

Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, amenaza con la inminencia de una guerra nuclear.

“Las actuales fuerzas gubernamentales de Estados Unidos en la Casa Blanca persiguen más abiertamente el antiguo intento de montar un ataque nuclear preventivo contra la República Popular Democrática de Corea (RPDC), en connivencia con el régimen títere de Corea del Sur dirigido por Yoon Suk Yeol, empeñado en el servilismo hacia Estados Unidos”, denuncia el informe.

De esta manera, los ejércitos militares también indicaron quese están volviendo cada vez más aventureros e imprudentes en su escala, alcance, intensidad y contenido a medida que pasan los días. Sólo en 2022, Estados Unidos, en connivencia con las fuerzas títeres surcoreanas, realizó varios ejercicios de guerra nuclear, incluido un simulacro aéreo conjunto con activos estratégicos involucrados”, han señalado.