El portal Radar Online tuvo acceso a fuentes que conocen muy bien a los duques de Sussex, las cuales le aseguraron que, como se vienen especulando desde hace semanas, ellos están tomándose “tiempo aparte” para sanar y reconstruir su vínculo.
“Están analizando qué los golpeó. Harry no encaja en el mundo chabacano de Hollywood”, señaló uno de los informantes, antes de agregar que el hijo del rey Carlos III esta luchando por “encontrarse a sí mismo”.
Sin embargo, como suele suceder, no faltó otro allegado a la pareja que le aclarara a Page Six, sección de farándula del New York Post, que todos los rumores de separación de los duques son mentira.
Lo cierto, dijo también el Post, es que el príncipe está buscando maneras de trabajar de modo más independiente de Meghan y de reencontrarse con cosas y lugares de su pasado que lo llenaban de mucha satisfacción.
Uno de esos sitios es África, continente que él considera su segundo hogar, y donde planea hacer un nuevo documental para Netflix. La fuente de Radar afirma que él allí siente que es él mismo, además de que le trae muy buenos recuerdos de su vida de soltero y como activista de causas como la infancia desprotegida.
El informante también le reveló a Radar que la pareja atraviesa por una gran tensión financiera, ya que no están viendo tan expedito el camino para hacer los ingresos que requiere su opulento de vida.
Solo la casa de 14 millones de dólares en que residen en Montecito, California, les demanda una pequeña fortuna en gastos de seguridad mensualmente.
“Ese estrés, combinado con sus problemas emocionales, probablemente ha hecho de su vida un infierno en la Tierra”, comentó el infidente, para quien “tomar tiempo aparte en continentes distintos puede ayudarlos a encontrar lo que sea que necesiten para seguir adelante”.
En días recientes también se ha hablado de que la tensión entre los esposos a veces es tan insoportable, que él se ha ido a dormir a un hotel.
Ahora, el sitio Deuxmoi, afirma que los duques de Sussex vendieron su mansión en Montecito, y que Harry está viviendo en lugar distinto al de Meghan y sus hijos, los príncipes Archie y Lilibet.
Radar Online asegura también que la pareja siempre había sabido enfrentar unida los conflictos con sus familias y las críticas a sus proyectos, pero la cancelación del contrato con Spotify, que supuestamente era de 40 millones de dólares, marcó un verdadero punto de quiebre en su relación.
De acuerdo con Bloomberg, Harry no impresionó para nada a los ejecutivos de la plataforma, al proponerles podcast con entrevistas a personajes como Donald Trump, Mark Zuckerberg, el papa Francisco y Vladímir Putin, para que hablaran de sus traumas de la infancia, un tema de su vida sobre el cual le encanta hablar mucho.
Luego, un alto ejecutivo de Spotify, Bill Simmonds, los llamó “j*** estafadores”, mientras que otros representantes de la empresa dijeron que ellos habían mostrado un bajo rendimiento, pues en año y medio de contrato solo lanzaron un podcast de doce capítulos y un programa especial y nada más.
Se empezó a especular que Netflix también querría prescindir del contrato que tiene con los Sussex, del cual se dice que es de 100 millones de dólares.
En fin, el 2023 solo ha traído fuertes golpes a las buenas relaciones públicas de la pareja, que antes del escándalo de Spotify, fue el hazmerreír al denunciar que habían sido objeto de una persecución por parte de unos paparazzi en Nueva York.
Tras las investigaciones, la policía de la Gran Manzana, prácticamente, los desmintió, pues esa noche no se reportó ningún incidente grave de tránsito como el que ellos describieron.
Para la experta en realeza Daniela Elser, Meghan está luchando por afianzar su propia marca y hacer millones con ella, de modo que, si no están separados como pareja, al menos es valido decir que, por primera vez, los dos están transitando por caminos profesionales divergentes.