La derecha radical ganó este domingo, 30 de junio, la primera vuelta de unas elecciones legislativas cruciales en Francia, en las que las fuerzas de centroderecha del presidente Emmanuel Macron quedaron en tercer lugar, por detrás de la izquierda, según las primeras estimaciones.
El partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), de Marine Le Pen y sus aliados, lograron más del 34 % de los votos, pero deberán esperar a la segunda vuelta del 7 de julio para saber si alcanzan la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (cámara baja).
“Necesitamos una mayoría absoluta”, dijo Le Pen ante sus simpatizantes en su feudo de Hénin-Beaumont, en el norte del país. Los franceses “han emitido un veredicto rotundo”, dijo su candidato a primer ministro, Jordan Bardella, desde París.
Entre tanto, de acuerdo con videos ciudadanos que circulan en redes sociales, parece que se han presentado disturbios en algunas localidades, entre ellos un incendio que atribuyen a grupos izquierdistas que no aceptan los resultados de los comicios. No obstante, las autoridades no han confirmado la información.
Por otro lado, algunos videos tomados en la ciudad de Lyon muestran cómo unos grupos de personas empiezan a formar una barricada en un sector céntrico, mientras en frente de ellos se organiza un escuadrón antimotines para enfrentarlos. Ante la eventualidad de las protestas, según se observa en otras imágenes captadas por ciudadanos, los comerciantes se prepararon desde temprano cubriendo sus locales.
Pero por el momento, el gobierno de Macron no se ha pronunciado acerca de la delicada situación de orden público. Solo se ha referido a los resultados y a las medidas que tomarán con su partido.
La llegada al poder de la extrema derecha, por primera vez desde la liberación de Francia de la ocupación de la Alemania nazi en 1945, sumaría un nuevo país en la Unión Europea (UE) gobernado por esta tendencia, como Italia.
Y podría debilitar la política de apoyo a Ucrania de Macron. Aunque el partido de Le Pen, cuyos detractores la consideran cercana a la Rusia de Vladimir Putin, asegura que apoya a Kiev, subraya que quiere evitar una escalada con Moscú.
Las apuestas para la segunda vuelta
Socialistas, ecologistas y comunistas, aliados de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) en el NFP, ya aseguraron durante la campaña que se retirarían si sus candidatos accedían a la segunda vuelta en tercera posición, por detrás de un candidato oficialista.
El líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, aseguró que sus candidatos también lo harían en aquellas circunscripciones en las que el RN quedó primero. Sin embargo, el oficialismo se muestra reticente a retirarse para favorecer este partido contra la extrema derecha.
El Presidente francés, cuya popularidad cayó por el adelanto electoral, llamó a una alianza “amplia” contra la extrema derecha, “claramente demócrata y republicana”, durante la segunda vuelta, priorizando así una política de caso por caso.
Macron, cuyo mandato termina en 2027, provocó el adelanto electoral el 9 de junio a raíz de la contundente victoria de RN en los comicios europeos en Francia y ahora se arriesga a compartir el poder con un gobierno de otro color político, a menos de un mes de los Juegos Olímpicos de París.
RN ya anunció que si logra la mayoría absoluta postulará como primer ministro a Bardella, quien aseguró que será el jefe de Gobierno de “todos los franceses”, pero “intransigente en la política” que aplicará.
Los rivales de RN alertan del riesgo de una llegada al poder de la extrema derecha, que se ha esforzado en la última década en moderar la imagen heredada de su fundador Jean-Marie Le Pen, conocido por sus comentarios racistas y antisemitas.
Con información de AFP