“El manejo que tanto el Gobierno como la oposición le han dado a la crisis en Ecuador es acertado. Me parece bien la posición que han asumido Rafael Correa o Jan Topic, que no eran necesariamente afines a Noboa, pero se han sumado a apoyarlo”.
Así analiza el politólogo internacionalista Mauricio Jaramillo la forma cómo el Gobierno vecino ha enfrentado la ola de violencia desatada por bandas narcotraficantes que ha dejado más de un centenar de policías y personal penitenciario retenidos por presos, agresiones a periodistas y un sinnúmero de ataques armados que han provocado catorce muertos hasta ahora.
De acuerdo con el profesor de la Universidad del Rosario, el año que le queda al presidente Daniel Noboa “lo gastará en buscar estabilizar el país de este fenómeno de violencia tan dramática, acudiendo a la figura del conflicto armado interno, un poco para asegurar niveles de unidad”.
En opinión de Jaramillo, para el vecino país “se viene una transición muy dura y episodios de violencia esporádicos. Creo que va a ser difícil que se registre otro episodio grande, como el del pasado martes, pero eso no quiere decir que no vaya a resurgir la violencia esporádica después de pasado un tiempo”.
Ahora bien, con respecto al auge del narcotráfico en Ecuador, el analista indica que lo sucedido comprueba que “se trata de un Estado muy débil, al que le tocó enfrentarse a una de las caras más agresivas del narcotráfico sin tener un aparato de seguridad proporcional y confirma que estamos perdiendo la guerra contra el narcotráfico en estos países más pobres y que quienes están poniendo los muertos son Colombia, México, Ecuador, Paragua y Bolivia”.
Y sigue: “También demuestra que las salidas policivas y la militarización de las ciudades, que fue básicamente la apuesta del expresidente Guillermo Lasso, han sido un fracaso, y lo que vemos es que si no se ataca de manera estructural y regional el narcotráfico, no lo vamos a superar. No depende solo de Ecuador, sino de México, Colombia y Estados Unidos y Europa, que es donde más se consume y más demanda hay por la droga”.
“Estado de guerra”
Calles desoladas, negocios cerrados y el centro de Quito militarizado. Un Ecuador sumido en “estado de guerra” enfrentaba ayer por tercer día al poder del narcotráfico bajo un clima de pánico.
Desde el domingo, numerosas bandas criminales han exhibido su fuerza en represalia por los planes del presidente Noboa de doblegarlas con mano de hierro: “Estamos en un estado de guerra y no podemos ceder ante estos grupos terroristas”, dijo tras declarar el martes la nación en “conflicto armado interno”.
Decenas de militares custodian la sede del Gobierno en Quito y pocos autos circulan por las avenidas de esa capital y Guayaquil, la ciudad portuaria que en los últimos años se convirtió en epicentro del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
La ofensiva de las organizaciones vinculadas a carteles de México y Colombia incluyó el martes una inusual y espectacular irrupción registrada en vivo y en directo. Hombres armados con fusiles y granadas tomaron un canal de televisión pública durante el noticiero del mediodía, amenazaron a periodistas y dispararon contra dos trabajadores. No hubo muertos y varios responsables fueron detenidos.
Ante la nueva ola de violencia, Noboa anunció una guerra frontal contra una veintena de organizaciones que suman 20.000 miembros y les otorgó estatus beligerante: “Este Gobierno está tomando las acciones necesarias que en los últimos años nadie quiso tomar. Y para eso se requieren huevos grandes de avestruz, no huevos de cartón”.
EE. UU., a la expectativa
“Monitoreamos la situación” y “estamos dispuestos a tomar medidas concretas para mejorar nuestra cooperación con el Gobierno de Ecuador a medida que comienza a lidiar con la violencia”, afirmó ayer el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Y agregó: “No hemos tenido una conversación específica sobre lo que significaría exactamente, pero le desviaría de cualquier consideración sobre tropas militares estadounidenses”.
Entre tanto, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, dijo en la red social X: “Nos comprometemos a apoyar la seguridad y la prosperidad de los ecuatorianos y a reforzar la cooperación con nuestros socios para garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia”.