Decenas de agentes del Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), fuertemente armados, irrumpieron en la lujosa mansión del músico estadounidense Sean ‘Diddy’ Combs en el exclusivo vecindario Holmby Hills, en Los Ángeles.
Tomas aéreas de medios locales capturaron el enorme despliegue de las fuerzas federales en la suntuosa propiedad poco después del mediodía del lunes 26 de marzo, con las patrullas y camiones oficiales contrastando con los vehículos de lujo estacionados en la mansión.
Combs, de 54 años, ha sido demandado por varias mujeres que levantaron en su contra acusaciones de índole sexual. Conocido como Puff Daddy o Diddy, las denuncias muestran al rapero, rostro del hip-hop estadounidense como un violento depredador sexual, que utilizaba el alcohol y las drogas para someter a sus víctimas.
Documentos judiciales obtenidos por ‘Page Six’ evidencian que el príncipe Harry fue mencionado en una demanda de 30 millones de dólares que acusa a ‘Diddy’ Combs de abuso sexual.
En el expediente, el productor musical Rodney ‘Lil Rod’ reveló que los invitados se sentían atraídos por las supuestas fiestas que organizaba el artista debido al “acceso del rapero a celebridades como atletas famosos, figuras políticas, artistas y artistas, músicos y dignatarios internacionales como el príncipe real británico Harry”.
No obstante, el hijo del rey Carlos III no ha sido vinculado al escándalo sexual que protagoniza el rapero.
Las denuncias contra ‘Diddy’
El año pasado, su exnovia Casandra Ventura lo acusó de forzarla a tener relaciones sexuales con varios hombres durante años en diferentes ciudades de Estados Unidos. La demanda argumentaba que el caso se caracterizaba como tráfico sexual, un crimen federal en Estados Unidos.
Ventura, quien fue firmada por la disquera Bad Boy de Diddy bajo el nombre artístico de Cassie, llegó a un rápido acuerdo con Combs para retirar la demanda, pero le siguieron otras.
En diciembre, otra mujer consignó en Nueva York una demanda acusándolo de haberla drogado y violado repetidamente junto con sus colaboradores en 2003 cuando tenía 17 años.
Amparada en una ley temporal de Nueva York que permite denunciar delitos sexuales ya prescritos, Combs también fue denunciado por Joi Dickerson-Neal, quien alegó que había sido “drogada, agredida sexualmente y abusada” en 1992 por el rapero, que filmó y difundió la grabación como “porno-venganza”.
Otra denunciante anónima acusó a Combs y a su colaborador musical Aaron Hall de haberla violado.
“Esperemos que este sea el comienzo de un proceso que responsabilice al Sr. Combs de su depravada conducta”, dijo Douglas Wigdor, abogado de Ventura y de otra mujer que demandó a Combs, según un comunicado.
Combs niega las acusaciones. “No hice ninguna de las horribles cosas de las que se me acusa”, dijo el rapero en sus redes sociales en diciembre de 2023.