La paridad de fuerzas entre los senadores a favor y en contra de convertir en ley la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) hasta la semana 14 de gestación anticipa una sesión tensa y un final imprevisible para un histórico debate en Argentina.
La discusión en la Cámara Alta está convocada a las 16H00 (19H00 GMT) de este martes y se prevé que termine el miércoles al amanecer, en el país natal del papa Francisco, que ya en 2018 rechazó una iniciativa similar para legalizar el aborto.
El presidente de centro-izquierda Alberto Fernández fue esta vez el impulsor de la iniciativa, inspirado en los principios de la organización Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, identificada con el verde, color que tiñó manifestaciones multitudinarias.
"Soy católico pero tengo que legislar para todos. Cada año se hospitalizan alrededor de 38.000 mujeres por abortos y desde la recuperación de la democracia (en 1983) murieron más de 3.000 mujeres por esa causa", ha señalado Fernández.
El gobierno calcula que hay entre 370.000 y 520.000 abortos clandestinos anuales, en un país de 45 millones de habitantes.
La oposición a la IVE, que adoptó el color celeste, tiene como abanderadas a la Iglesia Católica y a la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas, promotoras también de masivas marchas callejeras que se repetirán este martes a las puertas del Congreso.
Ya el lunes por la noche, cientos de manifestantes desfilaron por el centro de Buenos Aires en contra del proyecto, enarbolando figuras de la virgen y muñecos ensangrentados.
"Invitamos a unirse para implorar por el respeto y el cuidado de la vida por nacer. Dios es quien determina la hora de nacer y la hora de morir, y prohíbe meterse en este territorio a la humanidad", dijeron los líderes religiosos.
A la plaza en pandemia
Los contendientes han convocado a movilizarse hacia la plaza del Congreso para una vigilia hasta la hora de la votación, pese a las medidas de distancia social por la pandemia del coronavirus que se ha cobrado más de 42.000 vidas y casi 1,6 millón de contagios.
La gobernante alianza Frente de Todos posee 41 de las 72 bancas en el Senado, pero no todos los oficialistas apoyan el proyecto. La oposición de centro-derecha se encuadra casi mayoritariamente en contra, aunque cuenta con destacados defensores del proyecto.
"En el Senado hay muchos votos que aún no están definidos. Se conocerá recién al final", admitió la senadora oficialista Nancy González.
Las conjeturas sobre el desenlace de la sesión contemplan la ausencia de dos declarados senadores contrarios a la legalización de la IVE. Uno de ellos está de permiso luego de ser denunciado por acoso sexual y el otro, el expresidente Carlos Menem, de 90 años, está hospitalizado grave con dolencias cardíaca y renal.
En caso de igualdad, el reglamento marca que desempata la titular del cuerpo, la senadora oficialista y expresidenta Cristina Kirchner, quien se declaraba antilegalización hasta 2018, cuando cambió su postura.
La propuesta llega al Senado tras la media sanción de los diputados, el 11 de diciembre pasado, alcanzada con 131 votos positivos y 117 negativos y seis abstenciones.
Revolucionarios u objetores
Hasta ahora en Argentina el aborto sólo se permite en caso de violación o de riesgo de vida para la mujer, legislación que rige desde 1921.
"La marea verde es una revolución feminista en movimiento y es intergeneracional", dijo a la AFP María Florencia Alcaraz, autora del libro "¡Qué sea ley!", en defensa del aborto voluntario.
En América Latina, el aborto es legal sólo en Cuba, Uruguay y Guyana, así como en la Ciudad de México.
La iniciativa prevé la objeción de conciencia individual o de un establecimiento de salud, aunque los objetores tendrán obligación de derivar a la paciente a otro centro hospitalario.
Junto al proyecto para la interrupción voluntaria del embarazo, el Senado evaluará también en esta sesión una propuesta complementaria del gobierno, el Plan de los 1.000 días, destinada a apoyar material y sanitariamente a mujeres de sectores vulnerables que deseen ser madres, para evitar que motivos económicos induzcan a un aborto.