Tras la pompa y solemnidad de la ceremonia del sábado en la Abadía de Westminster, según un ritual inmutable desde hace mil años, llegó el momento de que la población festeje este nuevo capítulo en la historia de su monarquía.
Los británicos celebraron este domingo la coronación de Carlos III y Camila con decenas de miles de comidas vecinales, antes de gran un concierto pop en honor de los monarcas organizado por la noche frente al castillo de Windsor.
Los monarcas están “profundamente emocionados” y “orgullosamente agradecidos” a quienes les ayudaron a convertir la coronación en una “ocasión tan gloriosa” y a quienes “acudieron a mostrar su apoyo”, afirmó un portavoz del Palacio de Buckingham.
Carlos III, de 74 años, que subió al trono en septiembre tras los 70 años de reinado de Isabel II, heredó un país enfrentado a importantes desafíos. Estos van de las aspiraciones secesionistas en Escocia e Irlanda del Norte a la grave crisis por el coste de la vida, pasando por una revisión del pasado colonial del país que no deja exenta a la monarquía, investigada por sus supuestos lazos con el tráfico de esclavos.
El rey aspira a modernizar la institución, haciéndola menos costosa y más cercana a la población. Él y Camila, de 75 años, esperan que el largo fin de semana -el lunes fue proclamado feriado- “sea la oportunidad de celebrar y pasar tiempo entre amigos, familias y comunidades”, afirmó el Palacio de Buckingham.
Más de 67.000 “grandes comidas” de barrio fueron registradas en todo el país, según Eden Project Communities, que organizó el evento.
Para ellas, los monarcas propusieron elaborar una “quiche de la coronación”, una receta vegetariana a base de espinacas, habas y estragón, con leche, queso y huevos, que difundieron en su cuenta de Twitter.
Fiestas callejeras de este tipo ya habían marcado los festejos por la coronación de Isabel II en 1953, un momento histórico de celebración tras los duros años de la posguerra.
Un gran concierto
Los reyes se sumarán por la noche a unos 20.000 espectadores para un gran concierto organizado frente al centenario castillo de Windsor.
Vestidos con los colores británicos o envueltos en banderas, los primeros fans comenzaron a llegar a esa pequeña localidad, unos 40 km al oeste de Londres, horas antes del inicio del espectáculo después de las 2:00 p.m. hora Colombia.
A falta de superestrellas británicas como Elton John, Adele, Ed Sheeran o Harry Styles, que encontraron motivos para no participar, el cartel está encabezado por los artistas estadounidenses Lionel Richie y Katy Perry.
El concierto contará también con la veterana “boy’s band” de Mánchester Take That y promete momentos de sorpresa con la participación del actor Tom Cruise y el entrañable osito Winnie Pooh.
Bailarines del Royal Ballet, cantantes de la Royal Opera, actores de la Royal Shakespeare Company, intérpretes del Royal College of Music y miembros del Royal College of Art se unirán en una actuación excepcional.
Antimonárquicos liberados
Carlos III y Camila fueron coronados el sábado en una ceremonia modernizada y simplificada respecto a las anteriores, pero que aun así vio el despliegue de tres coronas engarzadas de diamantes y ropajes antiguos bordados con oro.
Puntuada con música, cánticos, sermones y lecturas de los evangelios ante 2.300 invitados, incluidos un centenar de jefes de Estado y gobierno y representantes de otras casas reales, vinculó la actual monarquía a su longevo pasado.
Fueron arrestados, muchos incluso antes de que iniciaran sus protestas, gracias a una nueva ley, promulgada de forma acelerada esta semana, que da mayores poderes a la policía contra las manifestaciones.
El movimiento antimonárquico Republic anunció el sábado por la noche que sus miembros fueron liberados tras 16 horas.
“El derecho a manifestar ya no existe en el Reino Unido”, denunció en Twitter su director, Graham Smith. “A menudo me han dicho que el monarca servía para defender nuestras libertades; ahora nuestras libertades son atacadas en su nombre”, fustigó.
*Información de Agencia AFP