En las calles de Rostov del Don, en el sur de Rusia, se oyen las sirenas de las ambulancias y de los coches de policía, después de que el grupo paramilitar Wagner asegurase haber tomado varias instalaciones clave.
Yevgueni Prigozhin, líder del grupo, afirmó este sábado que tomó el cuartel general del ejército ruso de la ciudad sin tener que disparar, y dijo que contaba con el apoyo de la población.
“Entramos en Rostov y, sin un solo disparo, tomamos el edificio del cuartel general”, dijo Prigozhin en un mensaje de audio difundido en Telegram, la plataforma que utiliza para hacer la mayoría de sus anuncios públicos.
Prigozhin aseguró que los mercenarios “no tocaron a un solo soldado, no matamos a una sola persona en nuestro camino” y afirmó que sus hombres habían sido atacados con “artillería” y después desde helicópteros”.
Prigozhin dijo que sus combatientes habían retirado las minas de fuera del edificio que ocupó el grupo Wagner en Rostov.
Esta ciudad portuaria situada a unos 100 km de la frontera ucraniana reviste una importancia estratégica porque, desde allí, el mando militar ruso del sur del país coordina las operaciones del ejército en el país vecino.
Los peatones se paran ante el paso de los vehículos militares y de hombres armados con fusiles y con sus brazaletes plateados bien visibles.
El jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, afirmó que sus tropas tomaron el control del principal centro de mando militar ruso para las operaciones en Ucrania y de una base aérea de la ciudad, y prometió derrocar a los principales jefes militares. Según él, 25.000 combatientes lo secundan.
A diferencia de lo que ocurre con otras grandes ciudades rusas, más alejadas del frente, este municipio, de cerca de un millón de habitantes, ha sufrido daños colaterales del conflicto en la vecina Ucrania.
Una persona murió en marzo en el incendio de un edificio del FSB -los servicios de inteligencia rusos, encargados de la seguridad interior- en Rostov. La región también ha sido atacada por drones en los últimos meses.
El gobernador regional, Vasily Golubev, instó a los habitantes a permanecer en sus casas salvo en caso de “absoluta necesidad”, y subrayó que todas las concentraciones de personas en la vía pública fueron canceladas.
El transporte público municipal sigue funcionando pero se modificaron algunos itinerarios para evitar el paso de vehículos por el centro de la ciudad, explicó Golubev.
“La situación que se ha creado requiere máxima concentración de esfuerzos para mantener el orden”, declaró en redes sociales. “Las fuerzas de seguridad hacen todo lo necesario para garantizar la seguridad de los habitantes de nuestra región”.
Vladimir Putin, mientras tanto, hace llamadas a sus aliados quienes ya están empezando a mostrar su apoyo, como el de su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, quien se lo aseguró durante una conversación telefónica. Putin “dio informaciones sobre la situación en el país en relación con una tentativa de rebelión armada”, indicó el Kremlin en un comunicado.
El presidente turco “expresó su pleno apoyo a las medidas tomadas” por Putin, aseguró la misma fuente.