Un sismo de magnitud 7,4 sacudió la noche de este jueves 18 de julio el norte de Chile, sin generar alerta de tsunami, víctimas o daños de consideración, según los servicios sismológicos y autoridades chilenas.
El epicentro del movimiento se ubicó a 265 kilómetros al este de la ciudad costera de Antofagasta (1300 km al norte de Santiago), a una profundidad de 126 kilómetros, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos, que inicialmente había indicado una magnitud de 7,3.
Por su parte, el Centro Sismológico Nacional de Chile, que fijó en 7,3 la magnitud del temblor, precisó que el sismo se produjo a las 21H50 locales (01H50 GMT) a 20 km de la localidad turística de San Pedro de Atacama (1.600 km al norte de Santiago).
“Acaba de ocurrir un sismo de mediana intensidad con epicentro cercano a Antofagasta”, escribió el presidente chileno Gabriel Boric en la red social X.
“Ya me comuniqué con delegada (presidencial) de la región y hasta el momento no hay reporte de heridos ni daños mayores, pero los equipos están recabando información”, aseguró.
El Mandatario también sostuvo que se produjeron algunos desprendimientos de tierra en una ruta local.
“La Ministra de Defensa se comunicó con Generales a cargo de resguardo de frontera y todo el contingente desplegado está bien”, sostuvo en otro mensaje.
Las autoridades de los poblados de la zona cercana al epicentro tampoco registraron personas afectadas o mayores destrozos.
“Pese a la intensidad (del sismo) no hubo mayores daños, no tenemos ninguna información de derrumbe en alguna casa, salvo algunos rodados menores camino entre Calama y San Pedro de Atacama”, dijo a la AFP el alcalde de San Pedro de Atacama, Justo Zuleta.
El Alcalde dijo que los más asustados fueron los turistas extranjeros y que se cortó el suministro de energía eléctrica, pero que minutos después ya todo había vuelto a la normalidad.
En 1960, la ciudad de Valdivia (850 km al sur de Santiago) fue arrasada por un sismo de magnitud 9,5, considerado el más potente jamás registrado, y luego por un maremoto, que mató a unas 9500 personas.
En 2010, un terremoto de magnitud 8,8 seguido de un tsunami dejó más de 520 muertos.