Agencia AFP
Dos policías y un socorrista murieron a tiros a primera hora de este domingo, 18 de febrero, en el estado estadounidense de Minnesota, tras responder a una llamada de emergencia por una pelea en una casa en la que había varios niños, informaron las autoridades.
El autor de los disparos, que aún no ha sido identificado públicamente, murió y los siete niños -de entre 2 y 15 años- fueron rescatados sanos y salvos, aseguraron funcionarios estatales, que declinaron dar información sobre cómo falleció el atacante.
Los policías, ambos de 27 años, y el paramédico del cuerpo de bomberos, de 40, recibieron los disparos cuando respondían a lo que el gobernador de Minnesota, Tim Walz, describió como “una llamada de una familia en peligro” desde una casa en Burnsville, una ciudad al sur de Minneapolis.
Otro agente resultó herido durante el tiroteo y fue hospitalizado con lesiones leves. “Esto es desgarrador”, dijo Walz en una conferencia de prensa el domingo por la noche.
Las víctimas recibieron una llamada de auxilio hacia las 01H50 locales (07H50 GMT) y acudieron al lugar, donde se produjo un enfrentamiento mientras las autoridades negociaban con el individuo, hasta que el hombre abrió fuego desde el interior.
Al menos uno de los agentes resultó herido dentro de la vivienda, precisó Drew Evans, superintendente de la Oficina de Aprehensión Criminal de Minnesota.
En la propiedad se recuperaron varias armas, pero la Policía no precisó si se trataba de pistolas o de rifles semiautomáticos.
Imágenes de CBS News mostraron un vehículo blindado de las fuerzas especiales SWAT con al menos siete impactos de bala en su parabrisas.
Los tiroteos son habituales en Estados Unidos, donde cerca de un tercio de los adultos poseen armas.
El miércoles, 14 de febrero, en Misuri, otro estado del Medio Oeste, una persona murió y otras 21 resultaron heridas en un ataque a bala durante la concentración de los Kansas City Chiefs para celebrar su victoria en la Super Bowl.