Con un poderoso operativo policial y militar, el cual fue realizado por 11.000 agentes de la fuerza pública, fue intervenida la cárcel de Tocorón, principal centro de operaciones de la banda criminal Tren de Aragua, la cual logró introducir sus “tentáculos” delincuenciales en varios países de la región, e inclusive en España.
La intervención tuvo un despliegue increíble por parte de las fuerzas militares, que usaron hasta vehículos blindados. “Pasará a un proceso de reestructuración y será desalojado por completo”, informó el gobierno venezolano en un comunicado.
“Se han desplegado más de 11.000 efectivos calificados, dispuestos a restituir y dignificar el sistema penitenciario nacional, fue desmantelado un centro de conspiración y delito, usado por una red criminal internacional contra la población venezolana”, informaron las autoridades.
Algo que llamó la atención a la comunidad internacional es que cerca de 100 personas que no eran condenados vivían en la cárcel. Estas personas eran familiares de los reclusos.
“Estoy esperando que me informen adónde llevan a mi esposo. No tengo noticias (...). Yo vivía allí, pero nos sacaron”, declaró a la AFP Gladys Hernández. “Tengo miedo de que no salgan vivos”, expresó por su parte Rubieles Mejías, quien tiene una relación sentimental con otro de los presos.
Una medida que tenía que pasar
“Era algo que podía pasar en cualquier momento”, dijo a la AFP Ronna Rísquez, periodista que ha investigado por años al Tren de Aragua y que había denunciado que desde ese centro penitenciario se impartían las órdenes que terminaban en delitos en países como Colombia, Ecuador, Paraguay, Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia, Chile.
En medio del operativo, también se descubrió que existía un sofisticado sistema de túneles que conectaban con el exterior.
Se sabe que desde hace años el control de Tocorón lo tenían los delincuentes de alto perfil, pero quien tenía la última palabra de lo que sucedía en la cárcel era Héctor Guerrero Flores, conocido como ‘Niño Guerrero’, condenado a 17 años de prisión por múltiples homicidios.
“Con esta acción el gobierno está reconociendo el caos penitenciario que vivimos y lo negligente que ha sido en solucionarlo, especialmente en este recinto”, aseguró Carlos Nieto, coordinador de la ONG defensora de los derechos de los reclusos Una Ventana por la libertad.
Un emporio criminal
La presión de los países afectados por el accionar del Tren de Aragua llevó a que las autoridades venezolanas tomaran medidas sobre este penal. En el cual pasaba todo tipo de irregularidades. Así lo denunció Rísquez, en un libro que publicó, en el cual asegura que en una de sus visitas al centro de reclusión descubrió que los presos tenían a su disposición una discoteca, piscina, parque infantil, casino, restaurantes con terrazas, bares, licorerías, cajeros automáticos e incluso un zoológico.
Según la investigación de la periodista, el Tren de Aragua nació en 2014 y fue creada por tres delincuentes que convivieron en Tocorón entre 2007 y 2013. En esa época, los delincuentes se pudieron fortalecer fuertemente y controlar zonas por fuera de las cárceles debido a la débil presencia del estado.
Pero fue en 2015 que esta banda criminal vio el potencial de expandirse hacia otros países, esto debido a la gran crisis humanitaria que empezó a vivir Venezuela en ese año. Fue así como los criminales, al ver que no circulaba dinero dentro del país, decidieron comenzar sus acciones delictivas en las zonas fronterizas.
Fue así como empezaron con el tráfico de migrantes hacia Trinidad, pero la barrera del idioma hizo que se centraran en la frontera colombiana, en donde podían cobrar “peajes” a las personas que cruzaban por las trochas o a los comerciantes que intentaban pasar mercancías de contrabando.
Pero lo que realmente catapulto las finanzas del Tren de Aragua fue su instalación en la frontera con Brasil, en donde comenzaron a surtir de armas al grupo criminal Primeiro Comando da Capital. Cabe resaltar que para esos años había amplía circulación de armas extranjeras en territorio venezolano, por eso la facilidad para conseguirlas a un precio muy económico.