El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confesó al New York Times, que no está interesado en deportar al príncipe Harry, de Inglaterra, quien reside desde hace algunos años con esposa Meghan Markle, en el estado de California.
Según el diario norteamericano, Trump habría dicho que no quiere hacer eso y agregó: “Lo dejaré en paz. Ya tiene suficientes problemas con su esposa. Ella es terrible”.
Aún la situación migratorio de Harry continúa en litigio en Washington DC, al tiempo que la Heritage Foundation argumenta que podría haber ocultado un consumo ilegal de drogas en el pasado lo que lo descalificaría para obtener una visa americana.
Entre tanto, Trump exaltó a William, hermano mayor del príncipe Harry, con quien se reunió en París, en diciembre, en el marco de la ceremonia de reapertura de la Catedral de Notre-Dame.
El mandatario republicano calificó a William como “un joven excepcional”.
El duque de Sussex y su esposa, Meghan Markle, han declarado su orientación política progresista, y expresado su desagrado hacia el presidente Trump.
Incluso, Markle llegó a decir que el presidente era “divisivo” y “misógino”.
Trump no ha dudado en señalar que Harry está siendo influenciado por su esposa. “Creo que el pobre Harry está siendo dirigido por Meghan”.
En 2023 Harry publicó sus memorias, Spare, en el que admitió hacer consumido cocaína y también cannabis y hongos cuando era un adolescente, ahora tiene 40 años.
Por eso, la Heritage Foundation, un grupo de expertos estadounidense de derecha, sugirió que mintió en su documentación o que podría haber recibido un trato especial por parte de la administración de Joe Biden.
El año pasado un juez dictaminó que la solicitud de Harry permanecería privada, porque tenía un “interés legítimo de privacidad en su estatus migratorio”.
Sin embargo, el caso será reabierto el próximo miércoles en un tribunal federal en Washington DC.