“Estoy casi seguro de que Kamala va a ganar el voto popular por millones de votos, pero como somos un país muy particular, con nuestro Colegio Electoral, ese mapa es mucho más difícil, y van a terminar decidiendo presidente 30.000, 40.000 o 50.000, no los millones que van a votar”.
Quien así habla es David Duckenfield, integrante del Partido Demócrata nacido en Washington que trabajó en los dos gobiernos de Barack Obama y ahora recoge fondos desde Miami para lograr que Kamala Harris sea la primera mujer en llegar a la Casa Blanca.
Desde esa ciudad, que asegura que es de mayoría demócrata, a pesar de que en el resto de la Florida, la situación es contraria, habló con El País sobre las debilidades y las fortalezas de quien se ha convertido en la sorpresa de la campaña estadounidense, especialmente para su rival, Donald Trump, quien aún no sabe cómo enfrentarla, asegura.
¿Qué sensación le dejó el debate entre Kamala Harris y Trump?
Pienso, como otros, que ella ganó el debate. Sustancialmente, y también por su forma de ser, por cómo se ve a través de la cámara; es decir, no solo lo que dijo, sino lo que mostró. Cuando salieron, él estaba solito en su rinconcito y le tocó a ella caminar hasta donde el señor y decirle ‘soy Kamala Harris’, y después de eso le habló -viéndolo directamente- de cosas como las manifestaciones y los disturbios del 7 de enero, sobre su amistad con dictadores. Fue muy calculado que ella hablaría al final de lo que a él le iba a molestar.
Ahora, Trump ganó varios puntos hablando sobre migración e inflación, más que todo al final, cuando le dijo: ‘qué has hecho en dos años y medio’, pero ya era demasiado tarde: terminó hablando de que los haitianos comen perros y gatos.
O sea, el tipo es medio loco y se veía más anciano, porque, al lado de Biden parecía un jovencito, pero al lado de Kamala, que es más rápida mentalmente y luce menor mucho menor que él, Trump estaba tan tenso y con tanta rabia, que ni la podía ver. ¿Le sirvió a ella? Sí, porque hay una franja muy pequeña, pero muy importante, de gente que no se ha decidido y ella tiene mucho para mostrar: mientras el 93 % dice que ya saben cómo es él, el 28 % decía que no sabían quién era Kamala Harris.
¿Cuáles son las principales fortalezas que usted le ve a Kamala?
Tiene varias, la principal es que es una exfiscal y tiene ese temperamento de cómo llevar un caso, como vimos en el debate contra Trump. Su mente es organizada y también su trabajo sobre el aborto, para proteger ese derecho para las mujeres de Estados Unidos. Y frente a Trump se destaca por sus características personales: es accesible, luce muy honesta y se ve mucho más ágil mentalmente que él. Además, está hablando mucho sobre la libertad y también sobre el hecho de no regresar, esos dos puntos son muy fuertes en la campaña.
No regresar a la era Trump, ¿a eso se refiere?
Es un doble sentido: no regresar a Trump, pero también no regresar a los ancianos, sin decirlo: ‘mira, yo soy una cara nueva, voy a ser la primera que no nací en los 30 o en los 40, como todos los presidentes’.
¿Y cuál sería su principal debilidad?
Su historia sobre la frontera, con lo cual Trump no hizo un buen trabajo en el debate al no enfatizar en que ella trabajó en el programa de migración que existe; Trump es visto más fuerte en términos de la economía y ella hasta ahora no ha podido exponer su visión sobre el país ni explicarles a los votantes cómo mejoraría sus vidas. Además, es desconocida. En términos de ser elegida, es mujer, de raza mixta: su papá era jamaiquino y su mamá de la India, y eso para algunos votantes blancos es una cosa negativa, y se ve en los números, porque Trump le está ganando entre los votantes blancos, pero está perdiendo en todas las otras categorías: latinos, negros, asiáticos.
¿A qué se refiere cuando dice que ella no tiene una visión de país?
A que no ha podido decir mi visión para el futuro es tal. Cuando ves las encuestas, mucha gente está diciendo: ‘pero, ¿cuáles son sus políticas?’. En algunas entrevistas he visto que ha hablado mucho de los negocios pequeños y dice: ‘voy hacer esto para los que quieran comprar casa’, pero hay gente que no está en esas dos categorías y está diciendo: ¿qué va a hacer para mí?’, y esa es la visión de cómo va a ayudar a todos. Ha mejorado, pero no ha sido su fuerte durante su carrera política.
Con respecto a la migración, que va a ser uno de los puntos centrales de la campaña, ¿cómo la ve a ella?
La política de la Administración Biden, de la que ella hizo parte, aunque no tenía el poder de tomar decisiones, no ha sido tan fuerte en contra de los inmigrantes en la frontera, entonces es difícil pelear en contra de eso. Lo que está de su lado es que salió una enmienda muy fuerte y tiene el apoyo de muchos republicanos, los más conservadores, que iba a añadir agentes en la frontera y darle al Presidente de Estados Unidos el derecho de cerrar la frontera cuando quisiera, y Trump llamó a varios senadores y les dijo: ‘no puede pasar, porque si pasa, yo pierdo mi voto’. Entonces, creo que es un arma muy fuerte que ella puede usar.
Ya que menciona el presidente Biden, ¿cuál cree que va a ser su papel en lo que resta de la campaña?
Buena pregunta, yo diría que están esperando. De pronto en un mes o algo así lo van a usar para ir a Pensilvania, porque, como se crió allá, para hablar precisamente con ese votante blanco y mayor que empatiza con él, para que les diga: ‘no me botaron, yo estoy con ella y ustedes deben estar con ella también’. Creo que lo que ella debe usar es la cantidad de republicanos que están a su favor, más de 200 conocidos, gente con peso, gobernadores de estados. Yo los llevaría por todo el país hablando a favor de ella.
¿Está de acuerdo con que el juez a cargo del caso contra Trump haya decidido esperar que pasen las elecciones para dar su sentencia?
Creo que es mejor, porque, como estaba diciendo antes, hay fácilmente 80 millones de votantes que ya conocen a Trump hace varios años, con todas sus locuras y lo malo que ha hecho, y lo apoyarán hasta el final. Entonces, si lo sentencian, se van a poner furiosos, rabiosos, y no quieren dar motivación al otro lado para ir a votar, lo que quieren dar es motivación para sentarse en el sofá, ver la televisión y no salir a votar.
No estoy diciendo que el juez sea partidista, sino que es muy probable que hayan disturbios por parte de los simpatizantes de Trump, si el juez decide antes de las elecciones.
¿Cree que Trump no se ha podido ubicar después de que los demócratas cambiaron de candidato?
Ciento por ciento no ha logrado, no sabe cómo manejar la campaña contra Kamala, eso es más claro cada día. Y no es una cosa personal, porque, obviamente, él es el candidato, pero detrás tiene un ejército de gente que son profesionales en esto y me imagino que le están diciendo qué es lo que hay que hacer, pero él no logra en su mente, porque es un misógino y no voy a decir que es racista, pero no sabe cómo manejar a gente así.
Intentó hacer lo que siempre hace con hombres, diciéndoles estúpidos, negros, pero con Kamala no ha funcionado. Era muy fácil para él con un señor ya mayor, blanco, decidir cómo destruirlo, pero ella es mucho más ágil que él en casi todo y la campaña también se ve mucho más rápida. Es impresionante cómo fueron de cero a 60, cómo salieron en la convención con la bandera de Estados Unidos, y ha sido muy difícil para los republicanos, porque los demócratas estaban detrás y llegaron y empataron.
Vamos, como terminamos en el 2020, a hablar de miles de votos, en vez de millones de votos. Es decir, estoy casi seguro de que Kamala va a ganar el voto popular por millones de votos, pero como somos un país muy particular, con nuestro Colegio Electoral, ese mapa es mucho más difícil, y van a terminar decidiendo presidente 30.000, 40.000 o 50.000, no los millones que van a votar.
¿Todo el Partido Demócrata está con Kamala Harris?
Más del 90 %. Todos los electos, sí, y la gran mayoría de los votantes, pero en el caso de Kamala no hay ninguno que tenga nombre que haya ido en contra de ella. En cambio, de Trump, gente de su propio gabinete, que trabajó directamente con él hace poco, se ha ido de su lado, y es porque se dieron cuenta muy tarde de que él no es republicano, él es un caudillo que tiene un narcisismo tenaz.
¿El expresidente Obama y su esposa van a seguir en la campaña?
Yo creo que sí. El discurso de Michelle en la convención fue muy poderoso, más que el del expresidente Obama. Yo diría que ellos estarán para motivar a la gente, no para otra pelea contra de los republicanos. Probablemente será para estar en contra del sofá, de no hacer nada. El poder de Obama es algo especial que tiene: tú lo ves y te da energía y quieres hacer algo y salir a la calle, y eso hay que usarlo al máximo.
¿Estados Unidos está preparado para tener una mujer al frente de la Casa Blanca?
Hace dos meses, yo diría que no, pero desde el martes, diría que sí. Ese día Kamala se veía presidenciable, tenía pinta de presidente, y siempre me he preguntado por qué estamos tan retrasados: México, la India, Gran Bretaña, Pakistán y Estados Unidos, no. Creo que ya es hora, y las cosas pasan porque pasan y la historia es muy chistosa en ese sentido, porque ella viene de la nada: lo último que pensaba la gente era que Kamala Harris, de la que hace poco muchos pensaban que no le estaba yendo bien, está en la víspera de ser presidenta.