En la noche de este martes, el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y la actual vicepresidente Kamala Harris se enfrentaron en el primer debate presidencial en donde están cara a cara. Ambos candidatos hicieron duras acusaciones el uno contra el otro. Sin embargo, uno de los momentos más incómodos fue el momento en que el expresidente Trump acusó a la comunidad migrante de comerse las mascotas de las personas que viven en los Estados Unidos.
“Nuestra nación está camino a ser una nación fallida, lo que está pasando desde hace 3 años es que podemos acabar en la tercera guerra mundial. Y lo que realmente ha pasado es que se le ha permitido a los millones y millones de personas que vienen aquí y mire lo que le dicen a uno en los pequeños pueblos, personas que no quieren hablar de eso porque están avergonzadas de lo que pasa, pero en Springfield las personas que vienen se están comiendo a los perros, a los gatos, a las mascotas que viven allí y eso es lo que está pasando y es una vergüenza. La razón por las que muchas personas vienen a mi campaña es que quieren a su nación de vuelta, quieren que vuelva a ser grande, ella está destruyendo los Estados Unidos y si es elegida no tiene la más mínima oportunidad de ser un país exitoso”, dijo el expresidente de los Estados Unidos.
Sin embargo, justo al terminar su intervención, el conductor del debate, David Muir, aseguró que hay una sede de los organizadores del debate, ABC News en Springfield, Ohio, y “el periodista allí instalado le preguntó al administrador de la ciudad si hay reportes sobre esto que usted está afirmando. Él asegura que no hay reportes específicos de que las mascotas hayan sido abusadas, raptadas o dañadas por individuos, de la comunidad inmigrantes que allí hayan llegado”.
El expresidente replicó que la gente le dice “que su perro fue raptado y usado como comida. A mí me lo dijeron y sería bueno hacérselo saber al administrador de la ciudad”, dijo. El momento fue tan incómodo que la vicepresidente solamente se pudo reír.