Los habitantes de Kiev afirman sentirse “muy felices” por la rebelión de la milicia rusa Wagner y confían en que ese motín debilite a las tropas rusas y favorezca la contraofensiva para recuperar territorios perdidos desde el inicio de la guerra.

El presidente ruso, Vladimir Putin, “va a tener que retirar algunas tropas porque necesitará ayuda allí y de repente será más fácil para” las fuerzas ucranianas, estima el joven.

Las tropas de Kiev iniciaron a principios de junio una ofensiva en el sur y el este del país para liberar territorios ocupados por Rusia.

Otro residente de Kiev, Bogdan Teodorovski, de 19 años, considera “muy divertido” que el jefe de la milicia Wagner Yevgueni Prigozhin se rebelara contra las tropas regulares rusas.

María, de 22 años, pensó primero “que se trataba de una especie de acuerdo entre el ministerio de Defensa (de Rusia) y Wagner, para desviar la atención de nuestra contraofensiva y reforzar sus efectivos”, explica.

El motín armado del grupo Wagner es una muestra de la “debilidad” de Rusia, sumida en “el mal y el caos”, consideró este sábado el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien indicó que su país está protegiendo al resto de Europa.

Volodimir Zelenski, ve una oportunidad en esta rebelión contra las fuerzas militares rusas.

En su primera reacción ante los acontecimientos en Rusia, el presidente ucraniano afirmó que “quien elige el camino del mal se autodestruye”, refiriéndose a su homólogo ruso, Vladimir Putin.

Según Zelenski, Putin “envía a cientos de miles de personas a la guerra para finalmente atrincherarse en la región de Moscú y protegerse de los que él mismo ha armado”.

“Rusia ha usado la propaganda para ocultar su debilidad y la estupidez de su gobierno. Y ahora el caos es tal que ya nadie puede mentir sobre eso”, añadió el mandatario Ucraniano.

Incidencia sobre los combates

También cree que “esto afectará a los combates, porque sabemos que la región de Bajmut estaba dominada por Wagner y que se consideraba peligrosa para nuestras tropas”.

La batalla continúa alrededor de Bajmut, ciudad en el este del país, cuya toma fue reivindicada el 20 de mayo por los hombres del grupo Wagner, al precio de innumerables pérdidas en ambos campos después de una decena de meses de combates.

“Las tropas de Wagner han comenzado su ofensiva, y van a llegar a Moscú”, predice por su parte Mijailo, de 50 años, diciéndose “muy feliz de que haya sucedido”.

“Creo que nuestras fuerzas armadas tienen todas las posibilidades de triunfar. Creo que la rebelión de Wagner debilitará a las tropas rusas y a las fuerzas políticas internas de Rusia. Es fantástico”, añade.

Olga, de 45 años, espera que el conflicto entre el grupo Wagner y el ejército ruso “ponga fin a esta guerra, a nuestra miseria y a nuestro sufrimiento”.

En la noche del viernes al sábado, tres personas murieron y once resultaron heridas en la capital ucraniana durante una nueva ola de ataques aéreos rusos contra varios objetivos en todo el país.

Feriado en Moscú

Activistas en la Plaza Roja de Moscú. | Foto: AFP or licensors

El alcalde de Moscú consideró el sábado que la situación era “difícil” en la capital rusa ante el avance de fuerzas amotinadas de la milicia Wagner y decretó el lunes feriado, para limitar los desplazamientos.

“La situación es difícil”, admitió Serguéi Sobyanin. “Para minimizar los riesgos, decidí declarar feriado el lunes”, excepto para algunas actividades y los servicios municipales, precisó el edil, instando a la población “limitar” sus desplazamientos porque la circulación en varias carreteras y barrios podría quedar “bloqueada”.