Este jueves, el expresidente Donald Trump se presentó ante un tribunal de Washington para enfrentar acusaciones relacionadas con sus acciones durante las elecciones de 2020 y el asalto al Capitolio.
El fiscal especial Jack Smith lo acusa de conspiración para cambiar los resultados de las elecciones, una acusación inusual y grave debido a que en ese momento era el presidente en ejercicio. Además, enfrenta otras dos inculpaciones penales por delitos ocurridos antes y después de su mandato, incluyendo fraude contable y negligencia en el manejo de documentos confidenciales.
La corte donde se llevará a cabo la audiencia está cerca del Capitolio, que fue asaltado por sus seguidores el 6 de enero de 2021 en un intento por evitar la certificación de la victoria de Joe Biden. Smith declaró que el asalto fue alentado por las mentiras que Trump propagó durante meses sobre un presunto fraude electoral a favor de Biden.
Aunque Trump ha denunciado repetidamente una “cacería de brujas” y un “uso político” de la justicia en su contra, las acusaciones judiciales continúan. A pesar de estos enredos legales, el expresidente conserva una base leal dentro de su partido y lidera las encuestas para la nominación republicana de cara a las presidenciales de 2024.
Además, se encuentra bajo investigación en el estado de Georgia por posibles intentos ilegales de cambiar los resultados de las elecciones en ese estado.
Mientras tanto, las cámaras y vehículos de medios nacionales e internacionales se congregaron frente al juzgado, a la espera de la audiencia que tendrá lugar a las 16:00 (20:00 GMT). A través de su plataforma Truth Social, Trump ha manifestado su combatividad y reiterado que le “robaron” las elecciones de 2020, aunque sin presentar pruebas al respecto.
Horas antes de su comparecencia histórica, Trump acusó a su rival, el presidente demócrata Joe Biden, con quien podría volver a medirse en las urnas el año que viene, de haber ordenado al departamento de Justicia que le atribuya “tantos delitos como se puedan inventar”.
“Los demócratas no quieren competir contra mí, de lo contrario no recurrirían a esta instrumentalización sin precedentes de la ‘Justicia’. Pero pronto, en 2024, será nuestro turno”, añadió en su plataforma Truth Social. “¡Necesito una inculpación más para garantizar mi elección!” en 2024, sostuvo desafiante.
“Es un gran honor, porque me arrestan por ustedes. ¡Hagan a Estados Unidos grande otra vez!!!”, añadió retomando su famoso lema.
La jueza de instrucción Moxila Upadhyaya escuchará a Trump, de 77 años, en la vista preliminar prevista. El expresidente quedará bajo arresto, le tomarán las huellas dactilares, pero no le harán una fotografía. Se le podrían imponer condiciones para que quede en libertad.
Posteriormente el caso pasará a la jueza federal Tanya Chutkan, quien ya falló contra él en un caso en 2021.
En un texto de 45 páginas publicado el martes, el fiscal especial Jack Smith lo acusa de socavar los cimientos de la democracia estadounidense, al intentar alterar el conteo de votos en las presidenciales, una inculpación inédita y especialmente grave dado que en aquel entonces era presidente en ejercicio.
Al contrario, las otras dos inculpaciones penales dictadas contra él este año, una por fraude contable debido al pago de dinero a una actriz porno para comprar su silencio y otra por haber puesto en peligro la seguridad nacional con el manejo negligente de documentos confidenciales, corresponden a un periodo anterior y posterior a su mandato.
La corte donde se le leerán los cargos está cerca del Capitolio, la sede del Congreso de Estados Unidos, que fue asaltada por cientos de sus partidarios el 6 de enero de 2021 en su afán por impedir que se certificara la victoria de su oponente demócrata Joe Biden.
Elecciones 2024
Las elecciones presidenciales de 2024 se perfilan como un momento crucial que determinará si Donald Trump regresa a la Casa Blanca o enfrenta la posibilidad de pasar tiempo tras las rejas.
Actualmente, Trump enfrenta una tercera acusación formal por sus intentos de anular los resultados de las elecciones de 2020 y obstaculizar la transferencia del poder presidencial. Para él, ganar estas elecciones representa más que una cuestión de ego o redención; está en juego su libertad personal.
Según comentó Ari Fleischer, estratega republicano, “no es una exageración decir que, en caso de ser declarado culpable, podría ser sentenciado a prisión a menos que gane y utilice las palancas de la justicia para revertir o detener su condena”.
Los intereses personales de Trump se suman a un ambiente político sin precedentes, en el que la elección no solo es un debate sobre los desafíos del país, sino también una lucha partidista sobre si el expresidente de 77 años, quien lidera entre los precandidatos republicanos, debería enfrentar tiempo en prisión. La representante Marjorie Taylor Greene, aliada de Trump, dejó claro su apoyo incondicional incluso si él termina en la cárcel.
Por mucho tiempo, los críticos han argumentado que el miedo a ser enjuiciado influyó en la decisión de Trump de lanzar otra campaña presidencial. Aunque él lo niega y asegura que los cargos son políticamente motivados, la nueva acusación formal ha entrelazado su campaña con sus problemas jurídicos.
*Con información de AFP