Un extranjero que practicaba la pesca submarina murió tras ser víctima de un ataque de un tiburón en el archipiélago francés de Nueva Caledonia, en el sur del Pacífico, este sería el segundo ataque en lo que va del año.
El hombre murió mientras pescaba a 500 metros de la costa de una isla aislada de la comuna de Poum, en el extremo norte de Nueva Caledonia. Un miembro de su familia trató de rescatarlo, pero sin éxito, indicó la policía local.
Un turista australiano de 59 años murió en febrero mientras estaba bañándose en la playa de Château-Royal en Numea, la capital. En ese mismo lugar resultó herida una nadadora tres semanas antes por un tiburón de gran tamaño.
Las autoridades implementaron medidas drásticas tras estos ataques, excepcionales por su gravedad y por la zona donde se produjeron.
Entre las medidas figuran la prohibición de bañarse en Numea, salvo en una zona de 200 x 20 metros que cuenta con redes de protección.
También tienen lugar matanzas de tiburones cada mes. Desde principios de febrero se mataron a un total de 82 animales. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) denunció la puesta en marcha de estas campañas.
Otro hecho lamentable ocurrió el pasado 15 de mayo cuando un surfista, desapareció tras ser atacado frente a las costas del sur de Australia el pasado fin de semana, habría fallecido, según lo indicó la policía, después de que se encontraran posibles pedazos de su traje de neopreno.
El surfista, que los medios locales identificaron como Simon Baccanellow, un profesor de 46 años, fue atacado frente a la playa Walkers Rock, explicó en un comunicado la policía del estado de Australia Meridional.
Los equipos de búsqueda encontraron el domingo “un pedazo de material de traje de neopreno” y lo que “parecen ser trozos pequeños de poliestireno (posible material de la tabla de surf)”, señaló el cuerpo de seguridad.
Los elementos encontrados serán enviados para un examen forense, según la policía, que informó que las labores de búsqueda proseguirán en las playas de la zona “en los próximos días”.
Según un trabajador de los servicios de emergencia, citado por la cadena ABC, el sábado había al menos 16 personas cerca del surfista, y varias de ellas presenciaron el “ataque”.
Por otro lado, los restos de un hombre que había desaparecido el 18 de febrero en el sur de Argentina, fueron hallados en el estómago de un tiburón cazón sacado del mar por dos pescadores, y pudieron ser identificados a partir de un tatuaje, informaron investigadores.
Se trata de Diego Barría, un trabajador petrolero de 32 años cuya muerte está bajo investigación, dijo este martes la jefa de la División Búsqueda de Personas de la ciudad de Comodoro Rivadavia, Daniela Millatruz, al medio local ADNSUR.
“Pedimos colaboración de Prefectura Naval Argentina con la presencia de tres buzos profesionales y también se continúa con el rastrillaje a pie en toda la zona costera a ver si el mar continúa arrojando alguno de los elementos que tenía Barría al momento de su desaparición”, explicó Millatruz.
El hallazgo de los restos humanos dentro de un cazón (especia de la familia del tiburón) de 1,50 metros de largo, sacados del mar, a 1.500 km al sur de Buenos Aires, conmocionó a la comunidad.
Con información de AFP*