Un terremoto de 6,9 de magnitud fue detectado frente a la costa sur de Filipinas en la madrugada del lunes, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Según indicaron, sería el último de una serie de fuertes sacudidas en esta zona.
Entre tanto, el Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ) fijó la magnitud del nuevo sismo en 6,8 y a una profundidad de 38 kilómetros.
Por su parte, el Sistema de Alerta de Tsunamis dijo que no había ninguna amenaza de un tsunami después del terremoto.
Ese día, 2 de diciembre, se produjo un sismo de grandes proporciones en el este de Filipinas, el cual, según información preliminar, tuvo una magnitud de 7,6. Esto llevó a que se declarara una alerta de tsunami en la región del océano Pacífico. La parte oriental de la isla filipina de Mindanao, sería la zona con mayor riesgo.
El Centro de Advertencias de Tsunami de EE. UU. emitió la alerta después registrarse el sismo. La advertencia se basaba en el temor de que se presentaran olas de hasta tres metros de altura en las zonas costeras de Filipinas y olas de hasta un metro de altura en Palau.