Un estudio publicado el 16 de octubre en la revista ‘Planetary Science’ reveló una sorprendente hipótesis sobre Miranda, una de las lunas de Urano, la cual está en la misma Vía Láctea de la Tierra. El informe revela la posible existencia de un océano bajo su superficie helada.

Imagen captada de la Vía Láctea por la misión Gaia, proyecto de cartografía estelar de la Agencia Espacial Europea (ESA) | Foto: Agencia Espacial Europea (ESA)

“Encontrar evidencia de un océano dentro de un objeto pequeño como Miranda es increíblemente sorprendente”. Expuso Tom Nordheim, científico planetario del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins y autor del estudio, por medio de un comunicado.

La luna presenta una estructura geográfica única, compuesta por un hemisferio sur, el cual es una compleja formación dividida en cuatro partes por escarpes ásperos y áreas cratéricas, similar a una colcha de retazos. Los investigadores sospechan que estas extrañas estructuras son resultado de las fuerzas de marea y el calentamiento interno de la luna.

Miranda es la luna helada de Urano y fue capturada por la nave espacial Voyager 2 de la NASA el 24 de enero de 1986. | Foto: NASA

Los científicos analizaron las imágenes capturadas por la Voyager 2 en 1986, utilizando modelos computacionales que sugieren la existencia de un vasto océano bajo la corteza helada, presente hace entre 100 y 500 millones de años.

El hallazgo posiciona a Miranda en una selecta lista de mundos con entornos potencialmente sustentadores de vida, similar al caso de Encélado, la luna de Saturno.

Expulsión de gases en Encélado, luna de Saturno. | Foto: Nasa

La NASA enfatizó la importancia del descubrimiento, recordando que la humanidad ha visitado Urano solo una vez, hace 30 años. Los expertos están entusiasmados con las posibilidades de futuras misiones de exploración que puedan confirmar la existencia de este océano subterráneo.

No sabremos con certeza si tiene un océano hasta que regresemos y recopilemos más datos. Estamos exprimiendo lo último que podemos de la ciencia de las imágenes de la Voyager 2. Por ahora, estamos entusiasmados con las posibilidades y ansiosos por volver a estudiar Urano y sus posibles lunas oceánicas en profundidad”, concluyó la NASA.

Este hallazgo no solo desafía las creencias científicas existentes, sino que abre nuevas posibilidades de investigación sobre la potencial existencia de vida más allá de la Tierra.