El nuevo Movimiento Campesino Ciudadano (BBB), que pone en entredicho la política medioambiental del gobierno, logró entre 16 y 17 de los 75 escaños del Senado neerlandés en las elecciones regionales del miércoles, asestando un duro golpe a la política medioambiental del gobierno.
El BBB fue el partido más votado en la mayoría de las doce provincias del país, según los últimos resultados de sufragios publicados el jueves, y se convertirá en el partido más representado en la Cámara Alta.
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Los Verdes y el Partido Laborista formarán un bloque conjunto en el senado, lo que les permitirá reunir también 15 escaños, mientras el gobernante Partido de la Libertad y la Democracia (VVD) del primer ministro Mark Rutte obtiene 10 curules.
"El pueblo ha hecho oír su voz, y de qué manera", dijo la líder del BBB, Caroline van der Plas, al conocerse los resultados.
El partido, creado hace solo cuatro años, se sumó a una ola de protestas contra los planes del primer ministro de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la reducción del número de cabezas de ganado y el posible cierre de granjas.
El diario De Telegraaf tituló "Kabbboem", un juego de palabras con el nombre del partido y el sonido de una explosión.
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El BBB se hizo eco de sentimientos populistas más amplios, como el de quienes se sienten ignorados por Rutte, el líder más longevo de los Países Bajos, que cumple 13 años en el poder.
"La histórica victoria del BoerBurgerBeweging es el resultado de muchos votos de protesta", escribió Marleen de Roy, periodista política de la cadena pública NOS.
Complejo rompecabezas político
Pero la coalición podría tener dificultades para encontrar el apoyo necesario para sus planes medioambientales.
El Movimiento Campesino Ciudadano podría aliarse con partidos de derecha igualmente opuestos, mientras que GroenLinks y el Partido Laborista consideran que estos planes no son lo suficientemente ambiciosos.
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"Los votantes han dado al gobierno un complejo rompecabezas político" que resolver, precisa el diario De Volkskrant. El BBB y el bloque de izquierda van a exigir "concesiones sustanciales" para cooperar con Rutte, añade.
Por su parte, el primer ministro indicó a la NOS que analizará la situación "con calma" y que la coalición -mayoritaria en la cámara baja- buscará luego una mayoría "por expediente" en el Senado.
Caroline van der Plas inmediatamente subrayó su compromiso de desafiar los planes gubernamentales para el medio ambiente.
El poder ejecutivo quiere reducir en un 50% para 2030 las emisiones de nitrógeno, un gas de efecto invernadero emitido principalmente por los fertilizantes y el estiércol.
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Según él, esta medida es necesaria para resolver la crisis de la vivienda.
Grandes proyectos de construcción, que también emiten nitrógeno, han sido suspendidos por la justicia por razones medioambientales.
La Haya quiere liberar 25.000 millones de euros (26.600 millones de dólares) de aquí a 2035 para ayudar al sector agrícola a reducir sus emisiones.
Sin embargo, este último se declara injustamente selectivo en relación con la industria y el transporte.